Esta historia está dividida en tres partes.
First Kanaphan, es un hombre de veinticinco años, muy atractivo y millonario, dueño de Kanaphan Atlantic Corporation.
Khaotung Thanawat, es un hombre de veintidós años, con una personalidad un tanto peculi...
Dudoso, entre sus dedos Khaotung movía la tarjeta del amigo de su jefe, del cual necesitaba averiguar todo, aunque si accedía a estar con él sería su primera vez con un hombre y la verdad, el coquetear era una cosa pero el sexo ya eran palabras mayores.
...-Amigo, lo de insinuarte a Khanapan por un puesto de subdirector, ya me parece una locura pero acostarte con un tipo que ni conoces por averiguar de él algún trapo sucio, ya es demasiado-habló sentado a su lado Mark, preocupado por su amigo.
-Estos días he estado revisando alguna información sobre esa sucursal de Hong Kong y también he indagado sobre el tal McIntosh y no me fío ni un pelo de él. Creo que esconde algo muy gordo
-¿Y si finalmente no logras sacarle nada?, te habrás acostado con él en vano-volvió a hablarle su amigo.
El secretario negó.
-Según los libros de contabilidad que revisé en mis ratos libres, durante años esa sucursal ha facturado realmente muy poco pero el estudio de mercado que hicieron los Khanapan meses antes de abrirla, curiosamente parecía ser un negocio muy productivo y mucho más con el pasar de los años. Creo que alguien está robando a Khanapan Atlantic Corporation... No será en vano, conseguiré que ese cabrón me diga si es él o sabe quién lo está haciendo.
-¿Y si él no tiene ni idea igual que tu jefe?
Khaotung chasqueó la legua.
-Créeme Mark.. ese tipo no es trigo limpio. Si él no es el que roba, seguro que sabe quién lo está haciendo
-Está bien, hazlo entonces. Acuéstate con ese tipo y así te entrenarás para tu jefe- Dijo su amigo abriendo la puerta para irse nuevamente al restaurante.
-¡Lárgate ya!... ¡maldito envidioso!-le gritó el mayor caminando hacia la cocina
-Te amo
-Y yo a ti
Era domingo y todavía tenía todo el día a solas con sus pensamientos para decidir si seguir o pasarlo por alto, así que se tumbó en el sofá mientras lo hacía.
Luego de unos minutos pensando, creyó poder manejar la situación, así que decidido finalmente llamar pues su deseo de averiguar la verdad y ascender era más fuerte que sus escrúpulos, así que marcó y esperó respuesta.
-¿Si?, ¿Aló?
-Señor McIntosh, le habla Khaotung Thanawat. Soy el ayud...
-Oh precioso... buenos días, ¿Creí que te habías olvidado de mi?, ¿Has pensado en mi propuesta?
-He estado ocupado, emm... Todavía no se va, ¿verdad?- preguntó levantándose y caminando hasta el baño.
-No cariño, estaré por aquí unos días más
-Entonces...podemos vern...
-¿Aceptas entonces?...oh joder pues puedes venir ahora mismo si quieres-dijo el veterano empresario relarmiéndose- estoy deseando verte de nuevo. No he dejado de pensarte
-Bien...voy para allá..-dijo el secretario mientras sujetaba un bote de somníferos que había cogido del botiquín.
-Te espero impaciente, precioso. Lo pasaremos muy bien
Este colgó y entonces fue a su habitación para vestirse, luego llamó un taxi y dio los últimos retoques a su cabello lo más rápido que pudo pues debía volver loco de deseo al veterano empresario para así poder llevar a cabo su plan.
A continuación, metió sus llaves, el móvil, las pastillas y una pequeña grabadora en sus bolsillos y salió por la puerta de su casa pues ya tenía al taxi esperándolo.
Tras subirse, le dio la tarjeta del hotel al taxista para que mirase el nombre del lugar y entonces el hombre arrancó hacia esa dirección.
En menos de diez minutos llegaron a la puerta del lugar, por lo que pagó y acto seguido se bajó, luego entró muy decidido y subió directamente a la habitación del empresario, después de preguntar en recepción.
Cuando divisó la puerta, este se paró delante de ella, luego respiró hondo y a continuación tocó.
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