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El resto de la semana se hizo eterna para Khaotung pues quería que llegase el lunes de una vez y comenzar en su nuevo trabajo.

Mientras, Mark quería que llegase el lunes también para que empezase el nuevo camarero y Nick dejase de descargar su cabreo con él.

Cuando finalmente eso sucedió, por la mañana bien temprano, Khaotung se levantó muy feliz, cantó bajo la ducha y luego se puso su nueva ropa comprada para la ocasión.

Muy sonriente llegó a la cocina, se tomó un café con leche del que había robado su compañero del restaurante y se lo tomó con una amplia sonrisa.

A continuación buscó con que hacerse un bocadillo para comerse en el trabajo, encontrando en la nevera restos de un estofado de carne que Mark había traído también del restaurante la noche anterior.

No era que le apeteciese mucho pero mientras no cobrase su primera nómina, tendría que ser así por un tiempo más y acto seguido salió de su casa para caminar hacia el edificio Khanapan.

Llegó a las ocho en punto, cuando aún las puertas permanecían cerradas pero poco después empezaron a llegar todos los demás empleados y el guardia abrió las puertas, entonces Khaotung chasqueó su lengua con fastidio pues al parecer su barato reloj había vuelto a adelantarse unos minutos.

Esperanzado entró en el ascensor, luego de saludar felizmente y acto seguido subió a la décima planta, dónde se sentó en escritorio y donde May le había dejado unas instrucciones y directrices para empezar a trabajar.

Este leyó que su jefe no llegaba hasta las nueve, así que fue haciendo algo de todo lo que estaba indicado por la ex secretaria.

Khaotung puso la nueva clave en el ordenador que previamente memorizó y luego destruyó y al momento miles de archivos y datos aparecieron, entonces empezó a leerlo todo y a familiarizarse con las tripas  de Khanapan Atlantic Corporation.

A cada página que vio más se quedó alucinado; compras de locales, venta de edificios, adquisición de hoteles, multipropiedades, sociedad con museos, galerías de arte, teatros, auditorios y estadios de fútbol, Kanaphan Atlantic era mucho más grande y millonaria de lo que él se había imaginado.

Luego de eso archivó unos documentos ya revisados por First, hizo café y se sirvió una taza, en ese momento marcaron las nueve y la puerta del ascensor se abrió.

Como si de una aparición divina se tratase, su guapo y activo jefe salió del ascensor y se adentró en el recibidor.

Khaotung se quedó paralizado pues este parecía un modelo de pasarela con su viril porte.

-Bu-Buenos días, señor Khanapan

-Bu-Buenos días, señor Khanapan

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-Buenos días, emm....¿cómo era tu nombre?...emm...

-Khaotung Thanawat, señor-contestó este algo molesto y frunciendo el ceño pues le indignaba que el empresario había tenido cinco días para aprenderse su nombre y aún no se lo sabía.

-Ah si, Thanawat...Bien, emm... venga a mi despacho, trataremos las actividades de hoy... Ah y por favor tráigame otro café para mi....emm, con leche y dos de azúcar, gracias- dijo el joven empresario sonriendo internamente por la cara de su secretario.

-Si, ahora mismo, señor Khanapan

A continuación se metió en su despacho y cerró la puerta a su paso, una vez allí recordó lo divertido que se veía su nuevo asistente cuando había fingido no acordarse de su nombre pues le había parecido un niño a punto de tener una rabieta.

Afuera, Khaotung por su parte, preparó el café bastante malhumorado pues pensaba que su jefe era de esos que se divertía humillando a sus empleados pero debía soportarlo pues pronto subiría de escalón y eso ya lo podría hacer él también.

Cuando tenía café, cogió la tablet para las notas y a continuación llamó a la puerta.

-Pase-dijo First bastante seco desde su sillón de piel.

El secretario se adentró y dio la taza hecha recientemente a este y puso la suya al otro lado de la mesa, luego se sentó en la silla de enfrente y esperó con la tablet en la mano a que el joven empresario le dictase.

-Bien...emm... hoy tenemos que hablar con el director del Museo Principal, por las obras de Picasso y Monet.... Éstas serán expuestas en el fin de semana así que concierta una cita para hablar con él... También hay dos eventos en los Resorts del Norte, hay que supervisar esas actuaciones y también premios y demás....

Khaotung lo confirmó todo y acto seguido volvió a mirar a su jefe, el cual se balanceaba en su sillón, mientras disfrutaba de su café y le dictaba todo el itinerario.

Khaotung lo confirmó todo y acto seguido volvió a mirar a su jefe, el cual se balanceaba en su sillón, mientras disfrutaba de su café y le dictaba todo el itinerario

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-Emm...Khoatang, también necesito los balances de los últimos tres añ...

-Khaotung...mi nombre es Khaotung, señor-Le interrumpió el secretario visualmente molesto.

-Si, como sea- rió internamente First-...Los balances de la Corporación en Corea ....ah y necesito también toda la información que encuentres sobre las Instalaciones del Bernabeu en Madrid, España.

Este anotó con mucha rapidez todo lo que el empresario le dijo, luego se tomó el resto de su café y esperó pacientemente a que le dijese algo más.

El joven empresario lo había estado observando disimuladamente mientras escribía sin que lo notase y pensaba en lo realmente bello que se veía disimulando su enojo.

A parte de su brillante currículum no sabía nada de Khaotung, más que lo que tenía delante pero realmente le interesaba mucho.

-¿Alguna cosa más, señor Khanapan?-le preguntó Khaotung sacándole de sus pensamientos.

-No, emm... no, tan sólo quería preguntarte, ¿dónde vives?, ¿tienes pareja?....Bueno verás, si vamos a pasar mucho tiempo juntos es bueno saber cosas uno del otro

El asistente asintió algo extrañado pero aún así, descansó sus manos sobre sus rodillas delicadamente y entonces clavó sus hermosos ojos en su jefe.

-Bueno.. no hay mucho que contar la verdad... Yo vivo en el centro de la ciudad con mi amigo Mark... trabajábamos juntos en un restaurante...eh, no tengo hijos, no estoy casado, ni tampoco tengo pareja.

First sonrió internamente, mientras asintió con la cabeza en señal de aprobación.

-Bien...puedes volver a tu mesa y consígueme todo eso cuanto antes, ¿de acuerdo Khaotung?

-De acuerdo, señor-dijo el secretario sonriendo pues al parecer por fin su jefe se había aprendido su nombre.

El empresario siguió atentamente con su mirada todos los movimientos de su nuevo secretario hasta que llegó a la puerta, donde desapareció tras ella.

-Buff....oh vaya First, ¿qué locas cosas estás pensando, hombre?-susurró tocándose el corazón, el cual le latía a mil por hora- Compórtate, estás en el trabajo

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3. El nuevo secretario - FirstKhao - 1era Parte TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora