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Cómo era de esperar, el dueño del restaurante se enfadó mucho cuando Khaotung le reveló su intención de renunciar al trabajo.

...—Pero ¿por qué te vas?, ¿Te has buscado otro trabajo a mis espaldas? ¿no es así?, ¿Te largas por qué te pagan más?, ¡eres un mal agradecido!

Este no quería discutir pero ese hombre lo sacaba mucho de quicio.

—¡Mira pues si!, ¡tengo otro trabajo!, ¿Y qué pasa?—le gritó harto de su interrogatorio—¿No pensarías que iba a pasarme la vida sirviendo tu bazofia de comida?...¡Paso de seguir en este tugurio de mala muerte y paso de seguir manchando mis uñas con tu mierda de trabajo​!

¡Paso de seguir en este tugurio de mala muerte y paso de seguir manchando mis uñas con tu mierda de trabajo​!

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Smith fuera de sí lo echó de malas maneras.

—¡Lárgate de aquí, desagradecido!, ¡y no te molestes en volver a por tu dinero!, ¡ya te lo mandaré por Mark!, ¡Eres un maldito estirado y un arrogante pero algún día alguien te bajará de tu nube y entonces verás que no eres tan diferente a los demás!

Khaotung lo miró hecho una furia, se moría por golpeado pues para él ese tipo era un gilipollas y un explotador, que se creía un gran chef y era un aficionado...más bien era un matado en la cocina.

—¡Me voy!, ¡a la mierda con esto!...

Poco después y más calmado, este llegó al centro comercial y se compró un pantalón y una camisa pues el dinero que tenía no le dio para más.

—Estoy harto de esa maldita pobreza y de tener que conformarme con lo mínimo... menos mal que pronto cambiara mi situación—se dijo muy convencido tras salir de allí- esto quedará solo en el recuerdo.

Algo decepcionado regresó a casa y entonces se preparó un bocadillo de queso, el cual odiaba pero era lo único que quedaba en la nevera y mientras se lo comió, pensó en los buenos platos que se comerían el tal Khanapan y sus socios.

—Eso si que es vida—dijo con nostalgia—... pronto yo también disfrutaré de esos platos deliciosos, preparados con exquisitez y finos productos.

Luego de echarse un sueñecito en el sofá, se despertó y aburrido miró a su alrededor.

—Buff...aún quedan cuatro días por delante y serán muy largos... Si por mi fuese empezaría ahora mismo en ese lugar. Si de mi dependiera ya habría echado a patadas a la petarda, la tal May, a leguas se veía que estaba senil— despotricó molesto.

Incómodo se levantó y entonces cogió una solitaria manzana que había en el frutero, la cual aún lo puso más de mal humor pues él quería tarta de café, quería mil hojas de nata, también straciatella o mousse de limón, ya que le apetecían dulces caros pues su paladar ya estaba cansado de comidas pobretonas y aperitivos de mendigo.

El resto de la tarde la pasó viendo la televisión y comiendo palomitas que encontró en el fondo de una de las despensas y que seguro eran de su amigo.

Cuando Mark llegó en la noche muy cansado y de muy mal humor nuevamente, dio un portazo tirando las llaves contra la pared y mirando a su compañero con cara de pocos amigos.

...—Hey, ¿qué te ocurre hombre?

—Ñeñe ñiñiñi—dijo el más  joven con sorna en medio de una mueca.

—Oye jodido duende, no me hagas la burla—dijo el mayor tirándole un cojín.

—¡La verdad es que debería matarte!, ¡por tu culpa ahora mi vida es un infierno!— gritó este desplomándose en el sofá y cogiendo un puñado de palomitas para llenar su boca.

Después de un rato en completo silencio y escuchando solo la televisión y el masticar las palomitas, volvió a hablar.

—Qué sepas que te odio mucho, maldito traidor

Khaotung giró su cabeza y lo miró.

—¿Qué te pasa?, ¿me lo vas a contar o qué?—preguntó ya molesto.

Tras guardar silencio de nuevo, este cogió otro puñado de palomitas.

—Nick, ese estúpido me ha tenido todo el día haciendo tu trabajo y el mío. Luego no conforme con eso me ha mandado limpiar los baños y los parasoles de fuera...¡Y estos estaban llenos de mierda de pájaro!—exclamó Mark haciendo un puchero.

Su amigo aguantó la risa lo que pudo pero al final estalló en una gran carcajada.

—¿Eres su limpiacacas oficial?.... jajajaja

El más joven que lo miraba muy serio, de repente rompió a reír también.

El más joven que lo miraba muy serio, de repente rompió a reír también

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—Jajaja...me parece que tendré que coserle el culo a las palomas... Ese si es trabajo de mierda, jajajaja...

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3. El nuevo secretario - FirstKhao - 1era Parte TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora