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First detuvo su deportivo delante del edificio del apartamento de su secretario, miró hacia arriba y hacia los lados, la verdad es que aquel era un barrio bastante deprimente y el edificio se veía muy antiguo.

Pensó que seguro sería de renta muy baja, entonces suspiró, se bajó y caminó  hasta el portal abierto, el cual estaba abierto, así que subió al tercero dónde se suponía que vivía este.

Minutos después, llegó a la puerta B donde indicaba el papel, entonces respiró hondo y llamó al timbre insistentemente.

En el interior, Khaotung estaba tumbado en su cama, luego de que se había tomado su medicina y se había dormido.

Los calmantes eran muy fuertes pero había tenido que tomárselo, ya que había llegado muy alterado y podría darle otro ataque de ansiedad como otras veces le había  pasado e incluso había perdido el conocimiento.

Se las tomaba desde hacía años, en cuanto sufría situaciones extremas, ya que su médico le había dicho que su dolencia estaba arraigada a una infancia de tensión constante, vivida por los repetidos golpes, las peleas y borracheras de su padre.

En un momento dado este abrió los ojos y le pareció escuchar lo que parecía el timbre pero no le hizo caso pues pensó que seguro era el casero pidiendo el alquiler o cualquier otra tontería.

Nuevamente el timbre volvió a sonar y luego oyó golpes y alguien que lo llamaba, así que finalmente se levantó y tambaleándose llegó a la puerta de la entrada.

Estaba tan somnoliento que ni fuerzas tenía para ponerse de puntillas y mirar por la mirilla, así que abrió directamente, encontrándose a la persona que menos pensaba encontrarse.

-¿S-Señor Khanapan?, ¿Q-Qué ha-hace aquí?-balbuceó confundido

-Hola-dijo el mayor más tranquilo, ahora que lo tenía delante-...¿Puedo pasar?, ¿Podemos hablar?

Khaotung  iba a negarse pero First se adentró en el apartamento cerrando la puerta tras de sí.

-Es importante, Khaotung

-Ok...siéntese ahí, s-señor-le dijo el secretario señalando el sofá.

El joven empresario lo miró extrañado pues se dio cuenta de que este actuaba de un modo que parecía estar borracho.

-¿Estás bien?, ¿Has bebido?-preguntó preocupado.

Khaotung rió.

-N-No, no he b-bebido, ¿Po-Por qué cree que ha-haría eso?-balbuceó nuevamente.

-¿Por qué estás así entonces?, ¿Y por qué te has ido de la empresa?

Khaotung  se dejó caer en el otro sofá, adormeciendo, por lo que no contestó.

-¿Por qué has cambiado todo de lugar?, y ¿por qué has destrozado mi regalo?- preguntó First molestándose por su actitud- te estoy hablando... Khaotung contéstame

El secretario abrió los ojos.

-¿A q-qué ha ve-venido aquí?

-¿Por qué estás así?, ¿Qué demonios te has tomado

-Mis pa-pastillas

-¿Por qué las tomas?

-¿Qui-Quiere que le diga la ve-verdad?

-Si, quiero saberlo

-Pu-Pues ahí va-dijo este incorporándose lentamente-...m-me he i-ido de su empresa porque ne-necesitaba tomar mi me-medicación de la ansiedad y las tenía en ca-casa

-¿Ansiedad?

-Sip, desde p-pequeño tomo unos ca-calmantes muy f-fuertes cuando siento que v-voy a tener un a-ataque

-¿Un ataque?, ¿Por qué iba a darte uno?, explícame -preguntó el empresario confuso.

Khaotung volvió a tumbarse y se acurrucó en el sofá abrazado a sus piernas.

-Porque me e-esfuerzo y me e-esfuerzo y todo me sa-sale mal... Me i-ilusiono y luego to-todos me decepcionan.... E-Entonces me dan los ataques- confesó mientras varias lágrimas empezaron a brotar por sus mejillas.

-¿Esto te ha ocurrido con mi regalo?-preguntó First muy apenado pues le destrozó  el corazón verlo así.

El secretario asintió.

-Bueno...verás Khao ...no soy muy bueno en eso de los regalos pero las flores no eran lo único que te iba a darte por tu ayuda

-¿No?

-No... quizás si hubieses tenido un poco de paciencia y esperases a mi llegada, te habrías ahorrado todo esto

El más joven se sentó y lo miró expectante

-Se-Señor yo m-me caracterizo por no te-tener paciencia, ¿sabe?

-Ya...ya lo veo-sonrió el empresario sacando el sobre del bolsillo de la chaqueta y entregárselo.

Khaotung lo abrió ilusionado pensando que sería su nuevo contrato de ejecutivo o las llaves de su nuevo despacho pero su sonrisa volvió a decaer cuando vio un billete de avión a Miami y un bono de hotel de una semana.

-Gra-Gracias-dijo poniendo el sobre en la mesa y volviendo a tumbarse

Furst comprobó que con ese otro regalo tampoco había  acertado y entonces se sintió un estúpido pues no lo conocía en absoluto y no tenía ni idea de lo que su ayudante deseaba.

-Lo siento, pensé que esto si te gustaría

Khaotung lo miró.

-Se-Señor, sus regalos son muy bu-buenos pero no son para mi. Yo no quiero flo-flores...odio las flores... Mi pa-padre le traía flores a mi m-madre cuando se gastaba el dinero de su sueldo en el juego o cuando se acostaba con otra mujer e incluso para pe-pedirle perdón después de haberla go-golpeado

-Oh joder... lo siento, no sabía eso... Siento haberte causado el recordar eses momentos de tu vida tan terribles, soy un idiota.... ¿Es por eso que te dan los ataques?- habló este entristecido.

El secretario asintió entre lágrimas.

-Así es

-Lo siento mucho, de verás que si

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3. El nuevo secretario - FirstKhao - 1era Parte TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora