Hendery
—Quiero empezar a acercarme más al palacio—declaré mientras almorzaba durante mi espacio de lectura.
Quienes vivían conmigo giraron hacia mí con una mirada demandante y casi horrorizadas, sin embargo, no emitieron palabras y solo se dieron miradas entre ellas por unos minutos.
Minutos en los que empecé a ponerme nervioso.
—¿Por qué?—fue Hwa la primera en responder.
El nombre de Aeris fue el que pasó por mi mente. Ella era la principal razón por la que yo quería estar en el palacio, para estar más cerca a ella. Otra de las razones fue que me disgustó tener que sacarla de mi palacio como si fuera una intrusa o como si incluso yo hubiera estado cometiendo algo malo con ella.
Era mi palacio, mi hogar, pero no podía moverme ni hacer lo que yo más quería.
No me sentía bien y eso era algo que me estaba molestando mucho y es por eso que decidí hablar sobre ese tema ahora. Sin embargo, algo que aprendí en todo el tiempo en el que estuve viviendo con ellas fue que de nada servía ponerme a la defensiva o mostrarme alterado, por el contrario, debía demostrar que podía ser comprensible ante lo que ellas dijeran y que podía negociar ante cualquier cosa que ellas propusieran.
Hice una mueca—¿No es momento de que ya pueda caminar libremente por los alrededores?—pregunte dejando a un lado los palillos.
—Es peligroso, su majestad.—respondió automáticamente una de ellas apenas termine de hablar.
Lo que nunca iba a entender era el hecho de que ellas digan que es peligroso para mi y que lo mejor era que no salga.
—¿En qué sentido es peligroso?
—Puede terminar mal herido.
—Incluso puede ser alcanzado por una flecha.
Cada una de ellas respondía a lo que yo decía.
—¿Quién me haría eso? No tengo problemas con nadie.
—Usted no, pero quizás ellos sí con usted.
—¿Quienes? ¿Mis hermanos?
Las demás se miraron entre sí.
Nunca había cometido algo malo en contra de mi familia, es más, el único perjudicado en esa familia había sido yo al ser apartado y aunque ni siquiera entendía por que había sido apartado por orden de una extraña, tampoco busqué una razón.
En realidad nunca hice nada contra nadie para intentar salir de aquí y nunca pensé en una venganza en contra de ellos.
—¿Están insinuando que mis hermanos me harían daño? Dos de ellos están aquí y los otros dos están lejos cumpliendo una orden del rey.—declare ya harto.
—Su majestad, la elección de la corona puede ponerlo en peligro.
—Yo no quiero la corona, solo quiero volver al palacio.
—Los demás pueden malinterpretar sus intenciones, su majestad. Lo mejor es que siga aquí.—finalizó Hwa.
Las demás dejaron de mirarme y siguieron haciendo sus labores dando de esa forma terminada la conversación.
No quería mostrarme alterado, pero el comportamiento irrazonable de ellas comenzó a desesperarme.
—Voy a comenzar a acercarme al palacio.—demande levantándome.
Hwa volvió a verme—Su majestad...
—Lo estoy comunicando, no lo estoy consultando.—la interrumpí.
—No puede hacer eso, estaría yendo en contra de las normas.
No recordaba haber escuchado un decreto que prohibiera que estuviera cerca al palacio, sin embargo era algo que ellas siempre repetían.
Hace unos años, cuando Roan nació intenté ir a verlo y por fin intentar entablar una relación con mis hermanos, sin embargo, al igual que ahora, eso estaba prohibido.
—Está bien—hablo Hwa causando en las demás una extraña reacción—puede salir del palacio con nosotras.
Eso no me gusto.
—Es lo que siempre hago, quiero salir solo.
—Entonces, si quiere hacer eso, puede preguntarle directamente al rey cuando venga a verlo en unos días.
Yo asentí.
Mi padre me visitaba una vez al menos cada 6 meses. Cuando venía, observaba los alrededores, compartía algunas palabras conmigo y de ahí se iba.
Esta vez esperaba poder tener una conversación con él y quizás intentar de que me diga la razón por la que me alejo del palacio, el por que me hizo eso cuando aun era muy pequeño y por qué lo hizo en el momento en el que más lo necesitaba.
Yo y mamá.
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El jardín de las mariposas muertas
RomanceElla fue la primera. Fue la primera en acercarse a mí, sin esperar nada a cambio, sin esperar enamorarnos y fue esa persona quien por primera vez me vio de otra forma más allá de ser solo un príncipe. En todos los años que llevo de vida fui apartad...