Cambiarías Por Mi

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Pov Becky

La cena en la casa de los papás de mi conejita fue un éxito, omitiendo la escena de la sala donde admito que fui cobarde al echarle toda la culpa pero si su papá me odia, no puedo imaginarme su cara si hubiera visto como estaba su hija y yo donde tenía mías manos.

Debo confesar que me éxito mucho tener a mi conejita así desde el incidente del baño no he vuelto a follarme a nadie pero si me he tocado pensando en mi conejita, es que ese cuerpo me insita a pecar y más que últimamente usa esas faldas que no dejan nada a la imaginación.

Creo que es momento de dar el siguiente paso con ella, será un inolvidable será su primera vez debe ser especial he pesando llevarla en un departamento que tengo y debes encuando uso.

Le mando un mensaje indicándole que se ponga más hermosa de lo que esta porque pasare por ella a las 8:00 p.m., obvio me pregunto donde vamos le dije que cenaremos en mi departamento.

A esperar la hora y preparar  todo.
Hoy seria la noche, ya tenía todo planeado incluso ya le había pedido a Irin que no estoy disponible para mañana habiamos quedado en ir al ciner por que estaría todo el toda con mi conejita.

Estoy conduciendo para ir por ella, la espero y ahí viene ella toda hermosa como siempre, no puedo esperar para hacerla mía. Llegamos a mi departamento la guía hasta la mesa donde nos esperaba nuestra cena. Había velas, y flores todo muy romántico nunca imagine hacer todo esto, se volteo a mirarme, me abrazo y me dio un beso apasionado.

-¿Te puedo preguntar algo? -ella pregunto tímidamente sin mirarme, estaba concentrada en su cena.

                             

-Claro hermosa. Dime

                             

-¿Con Cuan...cuantas has mujeres has estado? -eso me hizo mirarla rápidamente soltando mi copa de vino en la mesa.

                             

-¿Que...? -fruncí el ceño con la confunsion tatuada en mi rostro. -¿porque quieres saber eso?

Un suspiro salio de mis labios, tenia que decirle...debo ser sincera    

-He estado con muchas no tengo cantidad exacta.
                             

-Oh...vaya...-sus ojos se apagaron considerablemente haciéndolos ver tristes. -Son...muchas.

                             

-Si...pero ninguna de ellas significo nada- tome su rostro entre mis manos besando castamente sus labios y recargando mi frente en la suya- y tu...tu lo eres todo para mi. Todo y Te Amo Freen.

                             

-Yo también te amo BecBec-eso me hizo verla con una sonrisa alegre en mis labios que ella correspondió igual, se levanto de la silla para correr me y  meterse entre mis piernas y arrojar sus brazos en mi cuello- En serio lo hago.

No sabes cuanto deseaba escucharlo nena. -reí bajo antes de besar su labios con ternura. 
Ella se sentó a horcajadas en mis piernas con mi ayuda y entreabrió sus labios dándole paso a mi lengua que acariciaba la suya con lujuria, sus manos traviesas se metieron bajo mi blusa y la sacaron rápidamente, sabia que lo inevitable iba a pasar y eso me emocionaba como un niña en el día de navidad. Me puse de pie con ella sujetada en mi cadera con sus piernas y fuimos a mi habitación, la deposite suavemente en la cama recostándola conmigo entre sus piernas, baje mis labios a su cuello para succionar la dulce piel de allí y mis manos se metieron bajo la blusa para acariciar su vientre.

Bebé si quieres que me detenga pídemelo ahora..-susurre sobre sus labios.

                             

-No te detengas. -murmuró en respuesta. En un movimiento inesperado me empujo de espaldas a la cama y se subió a mi regazo, quería tener el mando y yo gustosa se le cedí, haremos las cosas a su ritmo, esta noche ella manda.                           

Nuestras lenguas peleaban una batalla en la que ninguna quería ceder, mis manos sacaron su blusa lentamente dejándola en su sujetador negro de encaje. Joder. Era un perfecto contraste con su blanca piel. Mi conejita solo debe vestir de encaje y seda, solo lo mejor para ella. Sus pechos no eran muy grandes ni muy pequeños, eran perfectos para mis manos. Baje mis labios a su cuello lamiendo y mordiendo su piel y así hasta llegar a sus pechos los cuales saque de la copa el sujetador, mi boca se seco al ver su pezón rosa y duro al cual rápidamente tome con mis dientes y succione delicadamente, el otro pecho era acariciado con mi mano mientras la otra acariciaba su espalda, sus manos no se quedaban atrás acariciaban mis hombros y tiraban de mi cabello al mismo tiempo que mis dientes tiraban de su pezón, lo lamí con hambre intercambiando las atenciones con el otro, saque por completo el sujetador dejándola solo con su falda, sus caderas se movían contra las mías frotando nuestros sexos sobre la ropa haciéndonos soltar varios gemidos.

La noche sería larga.