Capitulo 15

448 58 8
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Elio...

—¿A qué viniste? —digo de manera fría—. Lo primero que te dije fue no vengas a mi empresa.

—Solo quiero por dos cosas querido, y lo sabes.—se dirige con pasos lentos hasta mí, colocando su sensual culo sobre mi escritorio.

—Te dije que esperes mi llamada —Mis ojos viajan a sus piernas expuestas, si hubiera sido el de meses atrás, la estaría follando duro sobre mi escritorio, pero hay una persona de cabello rojo que no sale de mi cabeza.

>>Ya traerán tu té de manzanilla, puedes sentarte como una dama, por lo menos inténtalo Gia. —señalo el asiento de cuero que reposa frente a mi escritorio.

—Sabes algo curioso Alessandro. No eres el mismo desde hace tanto, no reclamas mi cuerpo que ya estoy  impaciente. En aquel hotel no me hiciste nada, solo te hice sexo oral y ni siquiera llegaste. ¿Es por Anabella?, ¿Hay otra?, lo nuestro es mero placer... acepto que haya otra, pero... no acepto que me abandones y...

Callo su boca posando mi dedo índice en sus labios.

—Así comienzan todas, y en mis planes no está seguir follando contigo. Pero te prometí ser el rostro, del  nuevo modelo que saldrá en unas semanas en mi empresa; eso tendrás y solo eso.

Su rostro se desencaja por completo, su cuerpo se tensa dando a notar lo molesta que esta, no me interesa si está enfurecida con mi respuesta, en estos momentos necesito centrarme en el  trabajo, en la famigliaº y en una pelirroja que quiere hacer de mi vida un infierno con solo respirar frente a mí. Es ese sentimiento que nunca creí experimentar, querer y aborrecer a una persona, ¿Qué ha hecho para merecerlo?, nada, ese es el problema.

—Está bien, luego hablamos de nosotros —dice mientras se sienta nuevamente en el sillón. Mi rostro viaja a la puerta cuando es abierta sin previo aviso, ¡Qué demonios! La causante de que mi mundo sea un campo de batalla hace su deslumbrante acto de presencia, con su rostro tenso, erradicado, una furia amortiguada con una sonrisa.

No sé si reír o asustarme, sus facciones son finas y el tono rojizo de su cabello  la hace ver con una belleza como el fuego en medio  de la oscuridad, necesario, pero peligroso si te acercas demasiado.

—Señor, aquí está el té de señorita  —dice tratando de que su rabia no salga a flote. Gia la mira con superioridad y su lado de arrogancia sale a flote

—Ahora contratas pelirrojas, tus estándares están bajando querido.

—Lo raro es... —Mis palabras son cortadas por el grito que sale de forma histérica de la rubia.

—Eres inepta o que. Sabes cuanto cuesta esta ropa.

—Lo siento, señorita, solo se me resbaló, disculpe.

Gia la mira con asco y desprecio. No digo nada, sé que lo hizo a propósito, no me inmuto, es solo una mancha, las mayorías de sus cosas las ha conseguido a través de desfiles, y follando con algunos hombres de renombre en toda Italia, en pocas palabras es una cagna.{una puta}

Aurora Del NorteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora