Aurora, una hermosa veinteañera sumergida en los traumas del ayer, decidida a cumplir la última voluntad de su padre, emprende un viaje a Milán.
Elio, un hombre Dominante de porte elegante, un poco sarcástico y amante a las mujeres, decide ayudarla...
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¿Qué estoy haciendo? No he podido cerrar mi boca, ¿Cómo le voy a decir a Elio, que quiero el mejor sexo de mi vida con él? Estoy segada por sus encantos <<No lo permitas Aurora, viniste por algo distinto>> sus labios son tan tentadores, algo dentro de mi quema y siento que solo se puede apagar rozando nuestros labios.
—Lo que la reina desee.
Siento su rico aliento sobre mis labios, los asalta sin piedad, robando la poca cordura que creía tener, siento como toma mis nalgas entre sus manos. Estoy comenzando a mojar mis bragas, toca mi piel como si fuera un àngel tocando un arpa, me esta envolviendo como la serpiente a Eva <<¡Dios! ¿Qué estoy diciendo?>> su enriquecedor bulto se siente feroz entre mis piernas, sentir su polla sobre la tela de mi tanga es delirante y la falda corta no ayuda en nada o ayuda en todo.
—Don _tok tok tok —. Don.
Lo que parecía paralizar el tiempo, se ha disuelto en un segundo. Su respiración jadeante y entrecortada, la simple vista de sus labios empapados con residuos de mi saliva, me pone peor.
—Don es urgente —dice Bruno, mientras toca la puerta.
—Solo un segundo Brother —dice el rubio, con su mirada concentrada en mis labios—. Quedate aquí, solo será un segundo, volveré para terminar lo que empezamos —dice más para si mismo que para mí
Al abrir la puerta Bruno lo mira un poco burlesco <<¿Quién no? Su polla se nota a millas>> bueno; exageré un poco. Trato de arreglar mi cabello, la vergüenza me asalta repentinamente, pero el hambre que siento en mi vagina es peor. He quedado extasiada con su olor,su aura,su fiereza !Dios!. Tengo que bañarme.
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—¿Estas bien? —dice Niki, mientras se maquilla en el espejo de mi recámara.
—Sí —digo un poco pensativa recostada en el sillón.
