Cambio mágico «Stinglu».

Tonta.

Lucy

Después de los juegos mágicos todos estábamos muy contentos, hacían fiestas todos los días (claro, después de que reparasen el gremio) todo era genial y colorido, simplemente todo era felicidad.

"Hey Luce" me llamo Natsu cuando llego al gremio, se veía serio, me preocupe.

"¿Pasa algo Natsu?" Pregunté preocupada y levantándome de mi asiento.

"Si, tenemos que hablar. Salgamos un rato" Natsu y yo salimos del gremio, esto era demasiada seriedad, ¿se habrá enterado que me gusta? No, no seria eso, ¿verdad? Al pensar en que Natsu se me declararía me sonroje, ¡le gusto! Eso debe ser, ¡soy tan feliz!

Llegamos a un parque cerca del centro de la ciudad, estaba cansada, por lo cual me senté en una banca de allí, Natsu quedo parado frente a mi, aun muy serio.

«Vamos Natsu, tu puedes» pensé contenta y colorada.

"He... Natsu, ¿ya me dirás lo que ocurre?"

"Si... Luce, veras, yo se que te gusto" dijo Natsu mirándome a la cara, me sonroje, me miro por unos instantes luego se rasco la nuca y bajo la mirada "así que es verdad" susurro lo bastante alto como para que yo lo escuchara.

Me quede en shock «¿cómo que "así que es verdad"?».

"¡Natsu!" Se escucho una voz, voltee a ver detrás de Natsu. «Lissana».

"Lissana" pronunció Natsu con felicidad, quede otra vez en shock, ¿que esta pasando aquí?

"Hola Lucy" dijo Lissana cuando ya estaba a lado de Natsu "¿ya le dijiste Natsu?" Preguntó la peliblanca

"¿Decirme que?" Pregunté con un poco de miedo

"¡Natsu y yo nos casaremos!" Dijo Lissana entrelazando su mano con la de Natsu y dandole un corto beso en los labios

"¿Es... Verdad?" Le pregunte a Natsu, quien tenía la mirada en el suelo, subió la mirada hasta mis ojos.

"Si... Lissana y yo nos casaremos" dijo con voz extraña.

Sentí una presión en mi pecho, con una sonrisa forzada les dije "felicidades a los dos" mientras salía corriendo de allí diciéndome a mi misma "tonta, tonta, tonta, tonta" era una verdadera tonta al creer que Natsu se me declararía.

Con lagrimas en los ojos corrí a mi casa, no dejaría que nadie me viera en este débil estado.