Descendiente.

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???

El plan había salido tal y como lo había planeado, la maga celestial ahora me pertenecía, eso estaba bien. Bueno, estaba mas que bien.

Llevaba vigilado el gremio de Fairy Tail por varios años, todos eran unos brutos neanderthales, sino, demasiado animales sin intelecto o sin esa chispa que tanto necesitaba, no podía encontrar a alguien digno de mi magia, ya me estaba aburriendo, cuando la vi. Aquella maga celestial, débil pero con esa chispa que estuve buscando.

La miraba todo el tiempo, era el prototipo perfecto, estaba seguro de que aquella maga me serviría.

La pregunta era:

¿cómo sacaba a aquella maga celestial de aquel gremio sin destruirlo?

Mis planes se retrasaron, hasta que aquella desesperada albina me dio la respuesta, con un poco de magia le había obligado a ella a odiar profundamente a la maga celestial. Poco después se me ocurrió que los del gremio la odiasen también, todo estaba yendo sumamente mejor de lo planeado.

Bueno, eso fue hasta que esos dos estupidos dragón slayer aparecieron, haciendo mi tarea un poco difícil, mi pequeña maga había encontrado a su pareja de vida, cosa que no me hacia gracia pero que tampoco le di mucho interés. Maté a todos los de aquel gremio oscuro y me adueñe de el, cuando la pareja de mi maga llego con aquella peli negra tetona me enoje, la había traicionado, a MI maga celestial, estaba furioso, pero sabia que si mataba a aquel rubio la maga celestial se entristecería, cosa que tampoco me causo gracia, como no podía matar a ese infeliz, opte por matar a la otra maga. Realmente fue fácil, un movimiento de cabeza basto para que toda su sangre saliera disparada de todo lugar de su cuerpo.

Decidí esconder a mi maga en memoria del rubio en lo mas oscuro de su mente, para que no recordara a mi pequeña maga celestial, cosa que tal vez dañe a mi rubia un poco.

Cuando llegó mi maga y el dragón slayer de las sombras, me escondí y cuando mi maga estuvo distraída me acerqué velozmente e hice que se desmayara después de soltar un grito de angustia, pues, había sellado también su memoria, pero a ella le había sellado casi TODA su memoria.

Corrí hacia el mago pelinegro e hice que se desmayara, después de dedicarle unas palabras, le tome el hombro e hice, de igual manera que al rubio, escondí en lo más recóndito de su mente todo acerca de mi rubia.

La tome en mis brazos, sentí su angustia traspasar mi piel, hice una mueca y después cree un portal al mundo celestial, ahora que tenía a mi maga, solo me faltaba entrenarla.

"Después de todo, mi pequeña maga. Yo, el rey de reyes te adoptare... Lucy Heartfilia, mi única y última descendiente" le susurre con una pequeña sonrisa, y después atravesé el portal con mi ultima descendiente en brazos.

Este experimento podría ser realmente interesante.

Cambio mágico «Stinglu».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora