Cambio mágico «Stinglu».

Cuento.

Lucy.

"... Prueba final" dijo mi abuelo, ¿que había dicho antes de esas dos palabras? No lo se, pero ya quería que comenzara.

"Ok, ya lo pillo" mentí.

"Muy bien, pues si crees que estas lista para la sala oscura, Lucy, adelante" dijo mi abuelo abriendo la puerta por la cual hace unos cuantos meses habida intentado entrar, y que bueno que no lo había hecho.

"claro" dije mientras pasaba por esa puerta y escuchaba como Uta, Kuro y algunos de los reyes -y la reina- le daban ánimos, con una pequeña sonrisa en los labios entre y luego lo vi todo negro.

Abrí los ojos algo mareada y con los sentidos alertas.

-¿Donde estoy?- me pregunte, pero mis palabras retumbaron por toda la oscuridad

-Aquí- escuche un susurro.

Me quede quieta, esperando y analizando aquel susurro.

-Ven- había dicho esta vez.

Atrás.

Me voltee estrepitosamente para encontrarme con mas oscuridad, maldije internamente, pero mis pensamientos volvieron a retumbar por todo el lugar.

-¿Donde estas?- pensé y mi voz salio sin necesidad de abrir mis labios, dirigiéndose a la nada.

-Aquí- había dicho otra vez -ven- susurro la voz, que ahora pude reconocer como la voz de un chico.

-No- dije -ven tu a mi.

-Imposible, imposible- susurro como si le doliera.

-¿Por que?- le pregunte -acércate, ven, deja que te vea.

-¡no!- grito -imposible, imposible, mujer tonta.- dijo enojado

-esta bien- dije, suspire pesadamente e intente caminar por el lugar, cosa que fue inútil, por lo que opte por flotar.

-Si no puedes venir, entonces, ¿como quieres que nos veamos?-pregunte jugando con un mechón de mi cabello dorado con rubio.

-Ven- repitió

-...-

-Ven, mujer.- dijo enojado- perder tiempo, no debes- dijo como si no pudiera decir una oración completa, me mordí la lengua intentando no reírme de aquella situación.

-Esta bien- respondí encogiéndome de hombros -guíame- le pedí ya aburrida.

-Por fin, mujer- dijo otra voz.

-¿he? ¿que esta pasando?- pregunte alarmada.

-La prueba- respondieron los dos voces al unisono.

Una puerta apareció delante de mi, con algo de recelo camine hacia ella y la abrí.

"¿y?" pregunto Uta con ojos brillantes.

"¿y que?" pregunte inocente desde mi cama, a los pies de esta, Uta, Kuro y Sting me miraban como queriendo que siguiera contando mi relato.

"¿Que sigue?" pregunto Rogue-san desde la silla de mi costado.

Negué con la cabeza y me encogí de hombros.

"No puedo decirles" dije. Los cinco -incluyendo a Zeref quien estaba en otra silla cerca de mi- me miraron decepcionados.

"Oh" dijeron al unisono los cinco, decepcionados.

"Vamos, no sean niños" les dije mientras ponía los ojos en blanco.

"NO SOMOS NIÑOS" me gritaron todos al mismo tiempo.

"No me griten" les dije amenazante "No es porque no quiera, nenitas, cuando uno termina la prueba tiene que jurar con sangre que no diría nada de lo que ocurre después de pasar por esa puerta" explique.

"Oh" dijeron al unisono otra vez con los ojos brillantes y asombrados.

"Bueno, vamos a jugar" dije con una sonrisa de lado mientras ladeaba un poco la cabeza, los cinco muchachos frente a mi tragaron con fuerza.

"Oh" dijeron con miedo.

<Si nenitas, tengan miedo> pensé mientras un circulo de energía dorada se formaba al rededor de mi mano.

"Entonces..." dije con una sonrisa siniestra de lado "¿quien primero?" pregunte, al instante, los cinco chicos frente a mi habían desaparecido.

Reí por lo bajo y dije:

"Corran, corran. Corran todo lo que quieran, así es mas excitante" dije mientras me ponía de pie y salia de mi habitación cerrando la puerta tras de mi.