¡Ayuda!

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Levy

Me talle los ojos, estoy sumamente exhausta.

Recogí las fotos e información del suelo, segura de que tenia las pruebas necesarias para hacer que sacaran a aquella mujer (si a esa zorra se le puede llamar así) de Fairy Tail.

Metí todos los datos a una carpeta y los guarde en mi bolso mientras salia de la biblioteca con las atemorizadas miradas de las personas al verme pasar cerca de ellos.

Suspire con pesadez mientras miraba el reloj de mi muñeca con cierto pánico.

Siete minutos más y podre conseguir la información que necesito para lograr mi objetivo, o al menos eso espero. Es muy difícil conseguir información ahora que Fairy Tail es reconocido como el gremio mas temido de todo Fiore.

<<Estúpido Natsu, todo es tu culpa... No, todo es culpa de la desgraciada de Lissana>>

La culpa la tenia Lissana, por engañar a los del gremio, por hacer que perdiéramos nuestro muy conocido color y alegría, por quitarnos a nuestra Lucy. No culpo a Lucy por irse pero, por más que investigo, nada, no había pistas ni indicios de que estuviese en alguna parte, parece que esta desaparecida o en otro mundo.

Camine a paso rápido por la acera, bajo la luz de las lamparas y la luz de la luna a mis pies, sentí mi respiración parar por un segundo cuando lo vi, a aquel sujeto que me ha estado dando información sobre todas las cosas (idioteces) que Lissana nos ha obligado a hacer.

"Hola" salude casualmente.

"Hey" dijo levantando la mano. Vestía con su singular capucha color rojo que le tapaba todo el rostro y lo único que dejaba a la luz era su cabello negro con mechones azules, unos vaqueros y unas botas negras.

"¿Qué tienes para mí?" Le pregunte algo ansiosa.

Rió un poco y luego puso sus brazos detrás de su cabeza.

"Tranquila vieja" dijo algo divertido, gire los ojos y puse mis brazos como jarra mientras le miraba acusatoriamente "tranquila Levy, ya conseguí lo que me pediste la última vez ¡y! Además, te traje un regalo" dijo mientras se balanceaba de atrás hacia adelante, inquieto como siempre.

"Genial, ¿dónde está?" Pregunte con brillo en mis ojos.

Volvió a reír mientras se acercaba a mi. Me palmo la cabeza, juguetón.

"Tranquila pequeña, no querrás parecer desesperada" dijo divertido.

"Pero lo estoy" respondí "te necesito" respondí algo inquieta.

El se tensó un poco, como si le fuese extraño ese término.

"Ya, ya" dijo agitando la mano, restándole importancia. "Vamos, tienes que ayudarme a hacer algo" Dijo tomando la manga de mi chaqueta, jalándome y haciendo que empezase a caminar.

"¿Ayudarte? ¿A qué?" Pregunte aturdida.

No me respondió, solo camino en silencio. Sigue tenso, lo sé, lo escucho en su pulso.

Caminamos hasta un bosque, donde al centro de este sé encontraba una choza.

<<La antigua Levy seguro estaría temblando de miedo>> pensé con algo de superioridad de mí misma.

"Llegamos" Dijo mientras abría la puerta de la casa y me jalaba un poco para que entrase.

"¿Qué hacemos aquí?" Pregunte algo casada de tanto caminar y aturdida a su vez.

"No podemos hablar ahí afuera, entra" dijo con algo de recelo y evitando mi pregunta.

La pequeña choza parecía rústica por fuera y un pequeño laboratorio por dentro, con muchos aparatos por doquier, hojas e imágenes de diversas cosas y criaturas también.

Nos adentramos un poco más, al parecer el lugar era más grande de lo que yo creía.

"¿Qué hacemos aquí?" Pregunte por segunda ocasión.

"Estamos aquí para hablar, y antes que preguntes, no, no podíamos hablar en otro lugar." dice mientras toma asiento en un sillón color beige, lo imitó y me siento frente suyo, en un sofá del mismo color.

"¿Y bien? ¿Qué estas esperando? ¡Información! ¡Mi información! ¡Lo prometiste!" estalle. Los nervios me estaban matando y realmente necesitaba respuestas, y bueno, él era una de las pocas personas que se habían ofrecido a dármelas.

"Cálmate, pequeña Mcgarden. Te he traído aquí con un propósito, queras ver a tu amiga Heartfilia, ¿no?" me pregunto jugando con sus dedos, que parecían mas interesantes que yo. Le resté importancia mientras asentía a su pregunta.

"Así es, todo lo que he estado haciendo es para poder encontrarme con ella otra vez" musite.

"Pues estas de suerte" dijo mientras se balanceaba de una peculiar manera contra el sillón "Te dejare verla"

Me quede muda y estática por lo menos cinco minutos, pero, ¿qué esperaban? me acababa de decir que me dejaría ver a Lu-chan.

"Pequeña Mcgarden" canturreo mi apellido "¿Entonces? ¿Qué opinas? ¿Me quieres ayudar?"

"¿Sí?"

"Excelente" dijo mientras se ponía de pie y subía las escaleras, desapareciendo de mi vista.

"En que me he metido" murmure para mi misma mientras fregaba mis manos en mi cara con desesperación.

tal vez esto si era una mala idea después de todo, pero podría salvar a Lu-chan.





¿Oh no?

Cambio mágico «Stinglu».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora