Cambio mágico «Stinglu».

Minerva.

Lucy

Sting dejo de besarme y, sin soltar mi cintura volteo para mirara a aquella chica , -Minerva-sama- había escuchado murmurar a Rogue.

"M-Minerva-s-sama" había dicho tartamudeando Sting.

"Sting" había pronunciado con voz severa aquella chica de cabello negro azulado "¿No se suponía que estaban en una misión? No tendrías que estar perdiendo el tiempo de esta manera"

"Claro Minerva-Sama" dijo Sting mientras se alejaba de mi lado, dándome un mal sabor de boca por separarme de él.

Minerva me dio una mirada depredadora, como si fuese un enemigo con el cual sabia que tendría que lidiar para salir victoriosa.

"Vamos, Sting" dijo esta para luego caminar por el bosque, Sting no se lo pensó dos veces y camino a paso lento a su lado, <<como un perro>> pensé cabreada.

Sentí la mirada de alguien sobre mi, voltee a ver a Rogue, quien me miraba apenado, me acerque a él.

"Rogue, ¿quien es ella? ¿por que Sting la sigue como si fuese un perro tras su amo?" pregunte con el ceño fruncido.

"Lucy... ella... ella es la hija del maestro de nuestro gremio, no podemos desobedecer a sus ordenes, a si nos lo ha dictado nuestro maestro" dijo cabizbajo, entre susurros.

"¿Por que haría algo así su maestro?" pregunte tomándolo del brazo, sentí que uno de los dos caería en cualquier momento, como un extraño presentimiento que me decía que en cualquier momento nos desmoronaríamos.

"No lo sabemos" dijo con una pizca de enfado, ocultando tras su flequillo negro como la noche, pude apreciar aquellos ojos rojos llenos de odio y resentimiento hacia aquella mujer y a su padre.

"Rogue..." susurre mientras pegaba un poco mi cabeza a su pecho, pareció desconcertado por un momento, pero luego me acaricio el cabello con ternura. Me sentía mal, por él, por Sting, por aquellos dos pequeños exceed y... por Natsu.

Por alguna razón, el odio y resentimiento de Rogue hacia esos dos desgraciados fueron la pequeña gota que lleno el vaso, y como tal, este se reboso, pero en vez de agua, mi vaso reboso de sentimientos desgarradores y pesados que había tratado de esconder y sellar en lo mas recóndito de mi corazón.

Sentí como el mago de Sabertooth me estrechaba entre sus brazos llenándome de un sentimiento cálido. La amabilidad y ternura con los que me estrechaba en sus brazos impulso a mis lagrimas salieron a mas no poder, bueno, no podía hacer mucho mas, no había querido llorar frente a Virgo y Loke.

Cuando por fin mis lagrimas cesaron, me di cuanta que estábamos en el piso, yo en los brazos de Rogue y el sentado en el piso, por alguna razon no me incomodo, como si esto fuese de lo mas natural.

"Otra vez..." susurro Rogue aun abrasándome.

"¿he? ¿que quieres decir?" pregunte calmada con los ojos cerrados.

"Presentémonos... otra vez, quiero conocerte de nuevo" dijo soltándome y mirándome fijamente.

Normalmente me sentiría cohibida si un chico me mirase fijamente pero, con Rogue, era como... como si nos conociésemos de años.

"Mucho gusto, me llamo Rogue Cheney, tengo 18 años, soy un dragon slayer, estoy en un gremio llamado Sabertooth junto con Frosch mi exceed, Sting mi mejor amigo y Lector, su exceed" dijo con una amplia sonrisa.

Sonreí también.

Ya entendía.

"Hola, Rogue. Soy Lucy Heartfilia de 17 años, maga celestial, ex-miembro de Fairy Tail. Sola hasta hace unas horas, donde conocí a dos chicos acompañados de unos gatos mágicos super kawaiis. Rogue y su amigo Sting son unos chicos monisimos súper amables. he de tener suerte conociendo a personas fuertes y amables" dije con una media sonrisa. Vi sorpresa en sus ojos.

"Heartfilia... ¿dices?" me pregunto con una mirada llena de asombro.