Capitulo 5

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Blair Potter

La semana pasó y llego el día del castigo y de salir con Diggory. Aún Daphne no me había dicho nada de ese plan tan maravilloso que tenía preparado, solo decía que era mejor esperar al día de llevarlo a cabo y actuar. Seguro que me metía en otro problema, conociéndola como era seguramente se trataba de algo ilegal, si no le salía bien lo de ser bruja podría probar de mafiosa perfectamente.  

Llegó la hora del castigo y me quedaba menos de medía hora para quedar con Cedric, mas le vale que saliera bien. Daphne me dijo que me preparara para salir con él y yo le hice caso, ella y yo quedamos en la biblioteca para el "castigo" y ahí empezaría su plan maestro. Mientras caminaba hasta la biblioteca vi que no había mucha gente por los pasillos, solo algunos de primer año y segundo, ya que a partir de tercer año te dejaban salir y seguramente estuvieran todos allá, menos mi hermano, que no había conseguido la autorización, por suerte yo sí, se la pedí a Tía Petunia en un momento que ella estaba mas contenta que un tonto con un lápiz, le dije a Harry que si quería que le consiguiera la suya pero este se empeño en que la tendría por sus propios métodos. Cabezota. Llegué a la biblioteca y entré en silencio, vi que no había nadie, me gire para una mesa y vi el pelo rubio de mi amiga y su cara tapada con una revista de cotilleos y me acerqué a ella. 

– ¿Se puede saber que hacemos aquí? —pregunte yo al lado de ella. 

– ¿Pues no esta claro? cumplir el castigo. —dijo ella con obviedad. 

– Daphne, no se si es que ya de tanto estudiar tus neuronas no van bien o que pero se supone que ibas a ayudarme a quedar con el Hufflepuff.   —espete y ella con un suspiro pesado aparto la revista de su cara para mirarme. 

– A ver si te enteras tú, yo me quedare aquí para cumplir tu castigo, todo eso lo hare con magia obviamente, mientras tú saldrás de aquí.  — yo la mire un poco desconfiada, parece que se olvidaba de una parte, si Filch o la señora Norris me veía fuera de la biblioteca en la hora del castigo se chivaría a McGonagall. Ella pareció leerme la mente y me explico esa parte. — – Saldrás de aquí "camuflada", mas bien alguien te ayudara a salir de aquí sin ser visto.

 – ¡Daphne, eso es genial! ¿pero quien me ayudara?  —ella me miro apenada y luego miro un poco mas atrás de mi, yo me gire y vi a la última persona que esperaba ver. — – ¡Tía! ¿Cómo se te ocurre pedírselo? 

– No tuve otro remedio, es el único que puede ayudarte, es la única persona que sabe como burlar a Filch... Tendrás que apañarte, además, me prometió que te ayudaría y no diría nada. 

Mientras nosotras discutíamos se acerco a nosotras o, para ser mas precisos a mi y con esa cara de asco que siempre tenía, yo le mire igual de mal. 

– Malfoy, gracias por venir a ayudarnos... Bueno, a ella. —dijo Daf a mi lado mientras nos fulminábamos con la mirada. 

– Claro... me debes un favor Greengrass, y tu Pottah, vámonos ya, no tardará mucho Filch en venir por aquí y si nos ve aquí se dará cuenta de que tramamos algo.   — Malfoy me tomo del brazo bruscamente y me sacó de la biblioteca sin poder decir nada, llegamos hasta un pasillo y yo me solté tan brusco como pude para que notara mi enfado. 

– ¡¿Tu estas mal, que haces tomándome del brazo de esa forma-  —me tapó la boca con su mano. 

Al momento entendí por qué lo hizo, Filch estaba acercándose a donde estábamos nosotros y por el otro lado estaba esa gata odiosa. Filch se quedo unos segundos esperando oír algo mas, para mi gusto fueron los segundos mas lentos de mi vida, cuando estuvo seguro de que no había nadie se fue y llamo a la gata, ella le siguió y les oímos alejarse, volví a respirar y Malfoy se apartó tan rápido como pudo con esa mueca de odio siempre dirigida a mi. 

𝑬𝑵𝑬𝑴𝑰𝑮𝑶𝑺 𝑨 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora