Capitulo 22

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Blair Potter

Eso de que aquellas personas desconocidas ahora un poco menos nos hubiesen sacado de esa casa había sido lo mejor que nos había podido pasar, seguramente nuestros tíos al volver nos hubiesen echado otra bronca por el estado en que se encontraría Dudley.

Una de las extrañas se llamaba Nymphadora Tonks, otro de ellos era Ojo loco Moody, ese si que lo conocíamos, bueno, no del todo, el año pasado se habían hecho pasar por él un mortífago, Barty Crouch Junior. 

Lo mejor de eso fue cuando huimos en escoba, adoraba montar en escoba y ahora estaba deseándolo, después de meses de estar sin acercarme a una de ellas cuando me subí fue como volver a saborear la libertad, sentir el viento en la cara bajo el cielo de Londres ya oscuro por la noche y ver a la preciosa ciudad llena de luces. 

Me dio un poco de pena tener que dejar tan rápido el vuelo pero ya habíamos llegado, era un edificio escondido al que llamaban "cuartel de la orden", al entrar nos recibió la señora Weasley seguida de su marido, Arthur Weasley, ambos nos abrazaron con mucho cariño, detrás de ellos se encontraba el antiguo profesor de D.C.O.A., Remus Lupin, este al vernos nos sonrió y nos dio una maravillosa sorpresa. 

–¡Sirius!  —exclamo Harry yendo directo a sus brazos. 

Yo al instante sonreí y fui hasta ellos, enseguida me uní al abrazo, era como si me sintiera en casa, y tal vez era así ya que en ella estaban todos los que me importaban y quería. 

Un rato mas tarde ya había visto a todos los demás y nos explicaron de que iba todo lo que habían hablado en aquella cena sobre no se que de la orden del fénix y todo lo que conllevaba, algunos de ellos se opusieron a que mi hermano y yo entráramos en ese tema ya que se trataba de mantenernos a salvo pero no dimos el brazo a torcer. 





"·" 




Mientras llegábamos a Hogwarts los tres iban hablando sobre lo de los últimos días mientras que yo leía un libro que le había pedido prestado a Hermione, era un poco lento así que lo cerré no sin antes mirar por que página iba. 

– Voy a por algo del carrito, ¿queréis? —mientras salía del compartimento, solo fue Ron quien me pidió pasteles de calabaza. 

Cuando salí de ahí solté un gran suspiro, me empezaba a agobiar el tema del que hablaban, parecía que no tenían otra cosa de la que comentar. Mientras caminaba por el tren hasta el carrito me encontré a Cho, esa chica había sido la misma que me encontré en el baile junto a Cedric, la misma que se había echado a llorar después de saber que estaba muerto a causa del torneo de los tres magos, eso no sabía si era cierto pero lo habían dicho muchos, recuerdo vagamente verla una vez acercarse a la mesa de Slytherin y sentir su mirada en mi pero enseguida se retiro, no creía que fuese capaz de ir a hablarme después de todo y hacer como si nada, entendía que estuviera arrepentida o quisiera explicarme algo pero luego de lo ocurrido no quería recordar mas cosas sobre Diggory y todo lo que eso conllevo. 


Compre lo que quería pero antes de volver al compartimento pensé en quedarme fuera un ratito, aunque solo fuese para estar en silencio, o al menos lo mas silencioso que pudiera permitirme el tren. Cerré los ojos por un momento, tomé un largo respiro y para cuando volví a expulsar el aire sentí una mano en mi brazo, enseguida abrí los ojos y, por instinto le di un manotazo a esa persona. 

𝑬𝑵𝑬𝑴𝑰𝑮𝑶𝑺 𝑨 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora