Capitulo 28

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Blair Potter 

En medio de la noche, mientras las tres estábamos cada una en su respectiva cama durmiendo, sentí un pequeño destello invadir la habitación, cuando abrí los ojos a primera vista no vi nada pero cuando baje la vista observé un pequeño ser murmurando algo. 

–¿Dobby? ¿qué haces aquí a estas horas? —pregunté apartando las sabanas y bajarme de la cama. 

El elfo, al oírme susurrar enseguida me miro y me saludo pero yo no estaba para saludos, quería que se fuera para dejarme dormir en mi cama calentita y no estar hablando con él por muy bien que me cayera, cuando le reprendí comenzó a darse golpes a lo masoquista y casi acabó despertando a las demás. 

– Dobby siente mucho tener que despertarla a la señorita Potter y a sus amigas pero así me lo ha mandado su amo —explico con toda culpa del mundo por despertarme. 

– Y dime, ¿quién te ha mandado a levantarme a esta hora y para qué? —pregunté un poco cansada. 

– Dobby no tiene permitido decir que el señorito Malfoy me ha mandado aquí para despertarla y entregarle una cosa —al darse cuenta de lo que dijo empezó a golpearse nuevamente mientras yo le miraba con un asombro increíble. 

¿en serio era tan niño pequeño para hacer eso solo por una foto? ¡Era una broma! ¿Que parte de esa palabra no entiende? Rencoroso de mierda... 

– Así que se trata de Malfoy, ya hablare yo con el señorito Malfoy. Y no creo que haga falta eso siquiera... Al caso, ¿qué es lo que venías a traerme? —seguí interrogando con un cierto tono de molestia. 

Esta vez, el elfo no dijo nada, solo me tomo de la mano y en ella me puso un paquete aparentemente al tacto blando y cuando eso estuvo en mis manos se disipó tan pronto como vino. Volví a mi cama, me estaba congelando de frío, pensé en dejar el paquetito para mañana pero la curiosidad de por qué me lo había enviado a esas horas eran mas grandes que el sueño mismo y mientras me tumbaba en la cama comencé a abrir lentamente esa cosa. Cuando lo abrí era un hurón de juguete, al verlo me dieron muchísimas ganas de reírme y empecé a soltar pequeñas risitas muy bajas con la almohada en la cara pero fue la peor idea que tuve esa noche, cuando lo hice y me reí sentí como el muñeco empezaba a moverse y cuando volví a mirarlo se había transformado en un Malfoy pequeño maldiciendo todo tipo de groserías en un tono muy alto para las horas que eran, intente que se callara pero si lo intentaba era peor, hablaba más alto cada vez, lo puse debajo de la almohada donde rogué a todos los magos y brujas para que eso se callara y no despertara a Ginny y Hermione, pero en vano vi como ambas se despertaron aunque por suerte Ginny siguió durmiendo pero Hermione si que preguntó, yo me hice la santa y dije que seguramente procedía de fuera y volvió a quedarse dormida, cuando estuve segura de que ambas estaban dormidas cien por cien volví a sacar ese muñeco, volvía a ser uno calladito y un hurón, iba a matarlo, Malfoy iba a morir después de navidades y no había quien me parase a ser eso. 





¨·¨







Las navidades pasaron mas rápido de lo deseado y llegó el momento de volver a Hogwarts. Cuando llegamos al castillo ya los pasillos se veían abarrotados por la gente que volvía de las vacaciones, me despedí de mis amigos y fui directa a dejar las cosas a la sala común de Slytherin y allí ya vería a Daphne y los demás. 
Se suponía que durante esta semana volveríamos a retomar el tema de las clases en la sala de los menesteres y ahí es cuando empezaría Daphne a asistir a ellas, por supuesto le había dicho que no se lo contara a nadie ya que, si alguien que no debía se enteraba de eso se lo podría chivar a Dolores Umbridge y estaríamos en problemas, sobre todo yo ya que había sido la causante de ese desastre. 

𝑬𝑵𝑬𝑴𝑰𝑮𝑶𝑺 𝑨 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora