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Capitulo 49

Blair Potter 

A la mañana siguiente me enteré de que Ron, mi querido y apreciado mejor amigo estaba en la enfermería, no tardé nada de salir de clases e ir a verle, al llegar vi a Hermione y Harry al lado del chico que yacía dormido. 

— Hola, ¿qué ha pasado para que acabé así? 

— Hola, se tomó unos bombones con filtro de amor, le llevé al profesor Slughorn, esté le dio un brebaje para el filtro el cual hizo efecto, luego nos ofreció algo de beber y por eso esta así, esta vivo de milagro —me explicó mi hermano 

— Wow, es como dice Ron, no hemos tenido ni un solo año normal o tranquilo, nos ha pasado de todo, ¿qué es lo que nos falta? 

Y me senté al lado de mi hermano, no sin antes ir a darle un pequeño beso en la frente a mi querido amigo. En menos de unos minutos Lavender apareció en la enfermería llamando a Ron Roro, que pesada con ese mote, supéralo, quería gritárselo en toda la cara. Hermione al verla se puso a la defensiva. 

— ¿Qué hace ella aquí? —dijo Lavender 

— Eso mismo podría preguntarte yo 

— Resulta que soy su novia 

— ¡Y resulta que yo soy su!... amiga 

— Ja, no me hagas reír, lleváis semanas sin hablaros 

De pronto se escuchó como Ron, aún dormido murmuraba algo 

— ¿Lo ves? siente mi presencia, tranquilo Rorro estoy aquí  —dijo Lavender acercándose más a la cama de Ron 

Esta chica me ponía de los nervios, si fuese por mi le lanzaba un crucio a la muy pesada, demasiada intensidad chica. 

— Her... Hermione... 

Al fin lo dice, miré a mi amiga y vi como sonreía como una boba enamorada, Lavender sin más se fue llorando, le di a mi hermano en el codo para que nos fuésemos, nos levantamos y antes de salir les miramos, ella nos miró 

— Agh, callaos 

Y salimos de ahí riendo hasta ir a afuera del castillo, al llegar fuera nos pusimos en uno de los bancos y nos pusimos a hablar de lo que creíamos que estaba pasando, de los mortifagos y demás cosas relacionadas con eso. 

— Ese armario es muy buena herramienta para los mortifagos por si quieren pasar por aquí —dijo mi hermano 

— ¿Crees que miraban eso? ¿acaso piensas que hay otro aquí? 

— Espero equivocarme pero creo que si, se que miraban eso y no tengo ninguna duda de que Malfoy esta metido en eso

— Agh... ¿Te confieso una cosa? creo que empiezas a tener un poco de razón, pero que no se te suba a la cabeza 

— ¿De verdad lo crees? ¿Acaso has visto u oído algo distinto de Malfoy? 

— No, pero no es eso lo que me preocupa, sino sus cambios de actitud de un momento a otro, parece que tiene bipolaridad o algo, no se Harry pero hay algo extraño en su forma de comportarse con nosotros 

— Que extraño, bueno es Malfoy, no creo que sea algo tan extraño de él... 

No quise seguir hablando de eso, me despedí de mi hermano y volví a la sala común de Slytherin y ahí fui a mi cuarto, al entrar vi a Daphne, la cual me sonreía de manera preguntona, iba a hacer preguntas. 

— Hola Daf

— Hola, ¿cómo estás? ¿cómo está Ron? 

— Yo bien, y Ron bien, recuperándose, ¿por qué? 

— Antes vi a Lavender llorando, venía de la enfermería y la vi salir así, ¿qué le dijeron? 

— Yo nada y Harry menos, fue Hermione, se puso modo amiga celosa y le dijo de todo, además ni siquiera fue ella sino Ron, él mencionó el nombre de Her y de ahí que saliera llorando, en fin dramáticas... 

Y me tumbé en mi cama con un libro en la mano, era uno de pociones, necesitaba adelantarme al temario de este año o me quedaría atrás mientras Daphne se sentaba a mi lado a chismosear que leía. 

— Que aburrida, solo sabes estudiar ¿o qué? 

— No me gustaría quedarme atrás, ya has visto como son las clases de Slughorn y de lo idiota que soy, soy una bocazas y no quiero cometer más errores, sabes que lo odio con toda mi alma, cuando estaba Snape no me pasaban estás cosas pero ahora si, no entiendo porqué si siempre he sido buena en pociones y me empiezo a desesperar con el temario de ese hombre 

— Ese hombre que salvó a tu mejor amigo, le debes eso 

— Bueeeno, lo salvó porque Harry lo llevó y tampoco es que lo salvara él, se quedo quieto cuando fue intoxicado y tuvo mi hermano que reaccionar por él, técnicamente es culpa de él que esté así... 

— Que incompetente, de verdad —y se levantó de mi cama 

— Por fin coincidimos en algo querida amiga mía, lo es, y demasiado, ¿cómo es posible que sea profesor?  

— Bueno, puede que tarde en reaccionar pero no lo veo mal profesor, si metomentodo pero no es malo, en mi forma de verlo. 

— ¿Metomentodo solo? ¡me preguntó quién me gustaba Daphne! ¡claro que lo es! es un chismoso horrible 

— Cierto, es un chismoso, ¿a él que mas le da? total, tampoco es que te vaya a dar clases de ligar 

La miré mal y le tiré un cojín, esta se rio y me lanzó uno suyo. 

— Okey, te vas a enterar 

Y acabamos llenas del relleno de los cojines y riéndonos, teníamos plumas hasta en la boca.