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A pesar de los acontecimientos de esta mañana, el día terminó tranquilo. Dahyun, su mamá, y ella lograron vender tantas tartas de manzana y galletas de chocolate como pudo. Quedaron algunas donas rellenas con mermelada de fresa y no dudaron en repartirlas entre ellas. Ahora, Chaeyoung ya se encontraba en su habitación mientras peinaba su cabello húmedo, pues, se había dado una ducha hace unos minutos antes.

Mientras pasaba el peine por su hebras, su mirada viajó al frasco decorado por un papel de regalo de colores y bien asegurado con una candado. Se sintió feliz al recordar lo que allí había. Por fin, después de tanto trabajo había logrado conseguir el dinero suficiente para poder pagar la casa de playa para pasar el fin de semana ella y su novia. Mordió su labio inferior de tan solo imaginar la gran felicidad de la azabache cuando se entere del grandioso lugar que Chaeyoung tenía organizado para ella.

La voz de su madre le hizo salir de sus pensamientos, colocando el cepillo en su lugar y levantándose para salir de la habitación. Bajó las escaleras sin rapidez y buscó a su progenitora en la sala, y cuando no la encontró supuso que estaba en la cocina.

Se dirigió hacia esta y habló a su madre.

- Ya estoy aquí, Ma. ¿Para qué me... Llamabas? - Sus palabras fueron decayendo cuando observó a su Madre acompañada de una Japonesa que la saludó con una sonrisa. - ¿Mi- Mina? ¿Qué haces aquí? - Preguntó retrocediendo y escondiéndose detrás de la puerta. Sintiéndose algo avergonzada por la manera en la menor la había encontrado. Llevaba un short deportivo negro junto con una camiseta blanca que tenía un logo de una pizzería.

Mina sonrió y colocó en la mesa el vaso con jugo que la Señora Son le había dado para que la ayudarán poniendo la mesa.

- Bueno, tenemos tiempo que no salimos por las noches. Así que pensé que podríamos ir al cine. - Se subió de hombros y ahora se dio la vuelta para ayudar a colocar los platos con la madre de su novia.

Chaeyoung miró la hora en su reloj.

- ¿A-Ahora? - Preguntó mientras veía como la aguja pasaba del número 7 al 8.

- ¿Qué tiene de malo? Las vez anterior salimos a eso de las nueve. - La mayor caminó en dirección de la Castaña que retrocedió nuevamente. - Oye, ¿Por qué te alejas? ¿Me estás evadiendo? - Un puchero se apoderó de sus labios, y eso alertó a Son.

- ¡No! Por supuesto que no. Es solo qué... - Infló su mejilla dándole un aspecto adorable para la mayor quién alzó una ceja sin entender nada. - Me da vergüenza que me veas con esta vestimenta. - Admitió sintiendo sus mejillas quemar.

Mina frunció su ceño y luego rodó los ojos. De reojo se fijó que la Señora Son no la viera y cuando se percató de ello, corrió hacia Chaeyoung y la tomó de los hombros.

- ¿En serio te avergüenza que te vea con tu pijama, pero no te da vergüenza que te vea con otra chica? - Chaeyoung boqueó, Mina volvió a tocar ese tema. Y ella sabía el por qué.

- Ya te dije que nunca fue mi intención que Dahyun llegara y para completar se colocara encima de mi cuerpo. - Mina se cruzó de brazos y rodó los ojos. Chaeyoung miró hacia la cocina, y al notar a su madre ocupada dándole de comer a su perro, tomó a Mina de las manos y la arrastró con ella hacia la sala. - Además, no puedes quejarte. Te recuerdo lo que hiciste-

- Lo que hicimos Son. - Corrigió la Japonesa con voz autoritaria.

Chaeyoung bufó.

- Bueno, ya, si, lo que hicimos. ¿No te bastó con eso? - Y al ver el rostro enojado de su novia se lamentó por haber dicho aquello. No se esperó que la menor la tomara de los hombros y la acercara a ella con fuerza bruta. Chaeyoung tragó duro al ver el rostro serio de su novia. - Yo... No quise. ¡Ey! - Se quejó cuando las manos traviesas de su novia sin ninguna pizca de vergüenza tomaron su cintura y luego una de ellas bajó hacia su trasero donde le dio una palmada.

¿¡You are top!? - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora