Capítulo 29

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Estaba en el garage de Hass cuando ví a Pierre afuera haciendo señas para que saliera, no dude ni un segundo y salí corriendo, en cuanto salí el me agarró de la muñeca y empezó a correr hacia dios sepa dónde, nos íbamos riéndo como dos niños chiquitos haciendo una travesura, estábamos detrás del garage de Alpine cuando me empujó contra una pared y me besó, sonreímos en medio del beso al saber que nos habíamos escapado solo para eso.

–Eres un tonto.– dije separándome un poco para decirlo.

–Ay y tu no lo eres.– dijo Pierre rodando los ojos.

–Cállate.– dije sonriendo.

–Mejor cállame.– dijo el francés acercando su cara a la mía.

Enseguida agarré su cara entre mis manos y conecté nuestros labios, sentí como volvía a dejar sus manos en mi cintura pegándome a el, dejé salir un suspiro en cuanto sentí como sus manos frías se colaban por debajo de mi camisa. Íbamos a seguir cuando una llamada nos asustó.

–Mierda, ya me tengo que ir.– dijo el rubio oscuro.

–Mmm...no te preocupes, lo entiendo.– dije sonriendo.

–¿Te paso a buscar a tu hotel después de las prácticas y nos vamos lejos?– preguntó dejando un beso casto antes de que saliéramos de nuestro escondite.

–¿Lejos?– pregunté confundida por su especificación.

–Ajá, salgamos de aquí, vámonos de la ciudad, lejos de las multitudes.– dijo Pierre viéndome atentamente con sus ojos azules.

ni el cielo nos puede ayudarme ahora

Seguro, me avisarás cuando salgas del paddok, no?– pregunté sabiendo que los pilotos se iban más tarde.

–Obvio.– dijo el rubio sonriendo, ya habíamos regresado al garage de Hass así que me tuve que despedir.

En cuanto entre me encontré con Mick, estaba parado con los brazos cruzados viéndome con el ceño fruncido.

–¿Qué?– pregunté.

–No nada.– respondió el alemán viendo hacía otro lado  mientras relajaba su postura.

–Ay vamos, no seas dramático, solo disfruto las cosas antes de que acaben, nada dura para siempre.– dije caminando a su lado.

pero esto nos derribará

Ni te dije nada.– dijo Mick sin voltear a verme.

–Ni siquiera necesitas hacerlo, no me estás viendo y eso es suficiente, porque luego cuando lo haces es como si estuvieras decepcionado. Los ojos nunca mienten, Mick, y tú lo sabes.– dije enojada, sabía que no le agradaba Pierre, ni la idea de que yo estuviera con el.

ni modo le tocó soportar

–No es en contra tuya, si te hace sentir mejor.– dijo el rubio.

–Oh, gracias eso cambia todo, no es en contra tuya, la puta frase del millón, no es en contra tuya, solo que tú quede es un imbécil.– dije sarcásticamente.

–¿Quién sigue diciendo quede?– preguntó el alemán.

–Yo pero ese no es el punto.–

–Ya nadie dice quede, esa palabra se quedó hace veinte años fuera del diccionario.– dijo Mick, en estos momentos podía jurar que estaba roja del enojo.

–¿Sabes? De verdad puedes ser un gran idiota cuando te lo propones...– dije negando mientras caminaba a otro lado, afortunadamente para mí, llegó su preparador físico antes de que el pudiera seguirme.

You Are In Love || Mick Schumacher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora