Capítulo 5

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Mick me llevo a mi apartamento después de habernos dado cuenta de que ya iban a dar las dos de la mañana, estábamos en el elevador que nos llevaría a mi apartamento y yo solo intentaba buscar excusas para que no se fuera, pero no había nada.

–Vamos.– dijo Mick, no me había dado cuenta de que ya habíamos llegado.

–Mjm.– dije regresando a la realidad.

–¿En qué piensas?– preguntó Mick.

–¿Mm? En nada.– dije negando.

–Sigues haciendo las mismas cosas, como jugar con tu anillo mientras piensas.– dijo señalando mis manos, voltee a ver y me dí cuenta que tenía toda la razón.

–No me había dado cuenta.– dije soltando mi anillo.

–¿En qué pensabas?– insistió el rubio.

–En que...no se que hacer.– dije buscando otra cosa para decirle.

–¿Con qué?– preguntó.

–Con todo, no se cómo seguir con mi libro y no me quiero quedar encerrada en mi apartamento por otro mes haciendo lo mismo.– bueno...mentira no era.

Tampoco sabes que hacer para seguir viéndolo

–Ven conmigo.– dijo Mick.– ya sabes, a la próxima carrera, creo que te puede ayudar a salir de la rutina.

–¿Me estás invitando a viajar contigo para acompañarte a tu próxima carrera?– pregunté sonriendo

–Si tu quieres.– dijo Schumacher.

–Mmm...no se, cuando te vas?– pregunté.

–En dos días.–

–Entonces tal vez si, solo tengo que comprar un boleto de avión.– dije pensando en como tendría que acomodar mis tiempos.

–O te puedes ir conmigo, de todas formas es un vuelo privado así que no afecta si llevo a alguien más.– dijo Mick.

–No se...– dije insegura.

–Anda, lo tomaré como mi regalo de cumpleaños.–

–Mick tu cumpleaños fue hace meses.– dije riendo.– además, como regalo quieres que vaya contigo?

–No, como regalo de cumpleaños quiero tu compañía.– dijo el rubio.

–Es básicamente lo mismo.–

–Bueno si, quiero tu compañía, eso está mal?–  admitió Mick.

–No, no, solo que...no se.– dije riéndo con nerviosismo, podía jurar que mis mejillas estaban rojas.

–¿No sabes? ¿O te da pena decirme?– preguntó Mick mientras se agachaba un poco dejando su cara a la altura de la mía.

–Pff, no me da pena. Solo creo que es algo innecesario.– dije intentando no morir de los nervios.

–Aja...– dijo viéndome con los ojos entrecerrados.

–¿Dónde es la carrera?– pregunté evadiendo el tema.

–Austria.– respondió.– ¿Eso significa que si me vas a acompañar?

–Pues...eres muy persuasivo.– dije encogiendo mis hombros con una sonrisa.

–Hay un pequeño detalle... necesito tu número.– dijo Mick.

–Oh, claro... maravillosa jugada.– dije sacando mi teléfono para darle mi número.

–¿Qué te puedo decir? Mis estrategias son las mejores...fuera de la pista.– dijo Mick, intenté no reírme con el último comentario porque me había contado que su equipo era bastante complicado, por no decir malo.

Le pase mi número rápidamente y nos despedimos, cuando entré en mi apartamento pegue la espalda en la puerta y me deslice hasta quedar sentada en el piso, hace mucho no me sentía así, me dí una cachetada mentalmente al pensar en que apenas lo había vuelta a ver hace unas horas.

You Are In Love || Mick Schumacher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora