10.

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Apagué la estufa y tomé una porción de la cena que había preparado, dejando la mitad restante para Taehyung pues pasaban ya de las diez treinta de la noche y aún no llegaba a casa. Gracias al mensaje que me había enviado por la mañana deseándome un buen día estaba casi segura de que volvería a llegar ya entrada la madrugada, pues durante los días anteriores la dinámica había sido bastante parecida.

La cena era nuestro mejor momento para convivir, pasar tiempo juntos y hablar de cómo nos había ido en el día. Y aunque estaba muy contenta por él porque generalmente esas sesiones de fotos largas y pesadas le ayudaban a darse a conocer mejor en el medio para atraer clientes cada vez más importantes, no podía negar que extrañaba mucho pasar tiempo a su lado como de costumbre.

Suspiré y me fui a sentar al sillón de la sala, encendiendo la televisión para poner un canal cualquiera. Había aprendido a tomarle gusto a los doramas que pasaban de vez en cuando sólo por matar el tiempo, así que en cuanto vi una escena de un tipo yendo tras una chica bajo la lluvia dejé el control a un costado de mí para enfocar toda mi atención en la pantalla.

A veces me gustaba ver las series sin ningún tipo de contexto, pues era bastante fácil adivinar lo que había pasado y lo que sucedería después. Suponía que la predictibilidad de esos programas era lo que tenía a tanta gente tan atrapada, ansiosa de llegar a la cúspide de la trama y presenciar un final feliz. Es lo que todos de alguna manera u otra esperamos para nuestras vidas, así que verlo reflejado en una historia nos hace... ¿mantener la esperanza, supongo?

Bufé negando con la cabeza ante los pensamientos que me habían invadido de pronto y sin ganas de indagar mucho más en ello di el primer bocado de mi cena. El tipo alcanzó a la chica y trató de abrazarla pero ella lo empujó hacia atrás y empezó a reclamarle sobre... ¿otra chica? Ah, siempre el viejo truco de la otra mujer. Seguramente esa "otra chica" era la villana interesada en él e hizo un plan macabro para hacerle creer a la protagonista que él la engañaba o algo por el estilo. Él trataba de explicarle y en medio de todo el desastre yo estaba completamente segura de que las cosas tarde o temprano terminarían arreglándose.

Pero no fui capaz de enterarme de ello pues de pronto escuché el sonido de unas llaves fuera del apartamento. Alcé la mirada como un venadito en alerta cuando la puerta de entrada se abrió inadvertidamente dejándome ver a Taehyung en el umbral, quitándose los zapatos al dar el primer paso dentro del apartamento.

—¡Tae! —bramé entre un gritillo de felicidad e incredulidad, atrayendo sus profundos oscuros hacia mí. Traía todavía su amplio maletín colgado sobre el hombro izquierdo y su abrigo largo en la mano derecha.

Al verme sonrió alegre, largando la prenda sobre el pequeño perchero que teníamos en la entrada para encontrarme a mitad de camino, abrazándome en cuanto prácticamente me lancé sobre sus brazos, besándole las mejillas sin tapujos.

—Hola. También te extrañé, bonita —dijo entre risas buscando mis labios para dejar un par de besos cortos y cariñosos sobre los mismos.

—¡Yah, pudiste avisarme que venías para esperarte para cenar! —le reclamé en un pequeño puchero con el ceño fruncido. Tae rió y dio un suave toque sobre mis labios fruncidos para volver a dejar un beso largo sobre ellos.

—Me hubiera encantado, pero literalmente me escapé del estudio. No he querido ver el móvil desde que salí, estoy seguro de que deben estarme explotando a mensajes y llamadas justo ahora.

Abrí los ojos como platos, alzando las cejas. Taehyung rió ante mi gesto y dejó un beso sobre mis mejillas encogiendo los hombros mientras se quitaba el maletín para dejarlo en el sillón individual.

on stage » bts; myg + kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora