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                              La fiesta

                                                         Rubí

-¡Rubi sal ya! Que ya son las diez-Me dijo mi amiga Lorena.

-Ya estoy-

Salí del baño y ella me dio una sonrisa.

-Estas preciosa te lo prometo. Como te puede quedar tan bien el negro.-Me piropeo Lorena.

-Gracias, tú no te quedas para nada corta.- Dije dándole un guiño.

Me miré al espejo y tenía razón estaba increíblemente sexy. Era un vestido negro, ajustado, escotado y corto me llegaba a un palmo bajo del culo y el detalle que más me gustaba que los tirantes eran de diamantes.

Tenía curvas, un ombligo plano, unos pechos grandes y mi trasero era también de un muy buen tamaño. Y todo eso gracias a mi madre y su genética. Tenía el pelo castaño, ojos marrones verdosos, labios algo gruesos pero tampoco mucho. En eso salí a mi padre. Aunque bueno ya no tenía contacto con ellos.

-Bueno vamos a la discoteca ya que quiero mover mi cuerpo- Dijo

Yo reí y fuimos las dos a mí coche para ir directamente a la discoteca que había a quince minutos de mi casa.

Bajamos y el portero que ya nos conocía nos dejó pasar. Yo le di una sonrisa de agradecimiento y nos fuimos a la zona vip.

-Lorena hoy no puedes beber recuerda que es tu turno de conducir hoy.- Le dije.

-Aix que rabia de verdad. ¿Hoy no me podrás cubrir?- preguntó

-No, te cubrí la otra noche.- Le respondí.

Cuando salíamos de fiesta una no podía beber para conducir y no matarnos. Así que nos hacíamos turnos para ver quién podía beber y quién no.

-Bueno vale. Pero entonces cogete una buena peda para que valga la pena-Dijo.

Me reí y asentí.

Fui a la barra y me cogí una bebida para empezar a tomar algo de alcohol.  Aunque me interrumpió una canción que me encantaba que tenía con mi mejor amiga. Era la de Downtown de  J Balvin y Annita. Mi amiga me hizo un señal para que fuera a la pista de baile y fui para ya hasta que me choque con un chico.

Iba con una camiseta negra y pantalones negros. Sin querer le derrame algo de mi bebida.

-Perdoname de verdad no te había visto. Joder como te puesto, lo siento.-Digo.

-Tranquila no pasa nada si tampoco es un quilombo- Dijo con una sonrisa.

-Bueno gracias supongo ahora mismo me tengo que ir pero luego te busco para arreglarte lo que acaba de pasar. Hasta luego-

-Hasta luego linda- dijo con acento argentino.

No se pero ese chico me hizo mojarme  el tanga. Era muy atractivo y amable. Simplemente era ese peli negro. Aunque ahora mismo estaba muy ocupada porque tenía que bailar nuestra canción de mi mejor amiga y yo.

-Madre mía cuanto has tardado-

-Ya lo sé algún problema técnico que otro-

Mientras que se escuchaba la canción empezé a bailar pegada con mi amiga hasta abajo lentamente al par de la melodía. Estaban todos los ojos por nosotras. Incluso del argentino cual no sabía su nombre. Tenía una mirada muy intensa.

Tenía buena condición física. Tenía tatuaje aunque no me gusten mucho los tatuajes me gusta como le queda. Un pircing en la nariz en un lado y por último un pendiente en la oreja

Niña dulce~ TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora