En El Club De Astronomía

Capítulo Cuatro

Dos semanas completas pasaron después de ese día.

Donde los nuevos integrantes en el club se dedicaban a realizar puros ejercicios y lecturas que JiMin les daba para que se pusieran a la par con él, pues ya era bastante tiempo de diferencia que llevaban conforme a conocimiento básico sobre astronomía.

Así que, encontrándose en el laboratorio,

JungKook y TaeHyung estaban realizado un ejercicio mientras mentalmente se arrepentían de haber provocado al rubio.

Y como JiMin los había forzado a convivir amenamente, pues el silencio incómodo y unos cuantos insultos indirectos era todo lo que compartieron durante esas semanas.

Pasó un rato donde se oían los bolígrafos en el papel, hasta que TaeHyung suspiró fuertemente estresado al mismo tiempo que soltaba su lapicero encima de la libreta.

-Ya no puedo.- se quejó, recostándose en el escritorio que compartían.- Esto es muy complicado, mejor busquémos en internet.

Finalizó apoyando su cabeza en las hojas de papel, a su vez, JungKook lo ignoraba como siempre, y se dedicó a seguir acabando con el problema.

TaeHyung, ya acostumbrado a que no le responda, suspiró de nuevo y sacando su celular decidió buscar algo que lo ayudara.

-Eso no servirá.- le dijo JungKook, sin dejar de escribir.

-¿Tú qué sabes?- respondió de vuelta.- El internet tiene siempre una solución.

Aún sin mirarlo, fue que JungKook suspiró después, pensando que estaba por volverse loco si convivía otro minuto más junto a ese chico.

-Calcular el diámetro angular de un anillo no es una respuesta que encuentres así de fácil.- obvió.- Y menos con distancias propias, sunbae. Solo sigue la fórmula.

- Pero no sé cuál. ¿Qué se supone que haga entonces? No entiendo nada.- lloriqueó triste.

JungKook exhaló con paciencia.

-No sé, ¿irte a otro lado para así dejar de molestar? ¿Puedes?- preguntó con ironía y una pizca de esperanza.

TaeHyung bufó molesto, para luego recargarse en el respaldar de la silla y cruzando los brazos lo miró con disconformidad.

-¿Siempre tienes algo desagradable para decirme, no?

El pelinegro contestó alzando los hombros, sin importancia, pues si era sincero, en efecto, siempre tenía un insulto.

-Termina eso.- respondió en cambio.- JiMin sunbaenim no tarda en regresar y éste es el último ejercicio que nos dejó por hoy.

-¡Pero no entiendo!- TaeHyung volvió a quejarse.- No me gustan la geometría. Simplemente no me gusta.

-Es física, sunbae.

-Lo que sea. ¡No entiendo!

El berrinche que estaba haciendo hizo que el menor tuviera las ganas de arrojarlo por la venta.

Ese era el último problema que JiMin prometió dejarles si ambos lo hacían bien.

Entonces, y mientras se oía el lloriqueo, JungKook pensó, sí que pensó, en soltarle un golpe en la cabeza, pero no tenían tiempo pues JiMin regresaría en unos minutos y, sinceramente, ya no quería hacer otro ejercicio más. Y no era que se le dificultara, pues era muy bueno en todo lo que se proponía, sino que dos semanas enteras de puros problemas y lecturas se le empezaba a hacer aburrido y monótono.

-Pide ayuda.- soltó, ya harto de los quejidos del otro.

Luego de eso, TaeHyung se quedó callado por unos segundos para después mirárlo con una expresión que JungKook no pudo descifrar, o más bien, no quería hacerlo.