Capítulo Veintiocho

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Esperando afuera de la enfermería, TaeHyung golpeaba leve el talón de su pie contra la loza, cada toque era un ritmo con base a los segundos que el reloj marcaba siendo una tortura molesta por la impaciencia al no saber sobre JungKook que había ingresado a la enfermería desde hace veinte minutos.

Al lado de TaeHyung, JiMin y WheeIn lo acompañaban, sólo que la diferencia entre el pelicastaño, ellos permanecían de pie.

Un golpe más en el piso fue suficiente para hacer suspirar a JiMin.

-TaeHyung-ah, no pienses cosas demás.- habló, captando de inmediato la atención del mencionado.

TaeHyung lo miró, preocupado.

-Fue mi culpa, JiMin-ah.-dijo.-No puedo evitarlo.

-No te culpes. Fue un accidente.- JiMin se levantó de su lugar y fue directo a él, tratando de calmarlo con unas palmadas en la espalda.

La inquietud seguía en todos, pues la verdad era que JungKookya llevaba media hora adentro de la enfermería.

-Soy un tonto.- soltó TaeHyung, su voz salió más fuerte pues esa culpa seguía ardiendo.

JiMin y WheeIn se miraron un momento antes de que la chica suspirara, sabiendo que intentar calmar a TaeHyung ahora mismo sería inútil.

Su amigo suspiró después de mostrar una cara de enojo, pues verlo así no le gustaba para nada.

-Suficiente.-demandó el rubio.-Voy a ver qué pasa.

Diciendo eso, caminó decidido hasta la puerta de la enfermería para poder ver qué pasaba con JungKook.

-Oye.-WheeIn lo detuvo, sujetando uno de sus brazos.

-JiMin-ah, espera.-TaeHyung intentó detener a su amigo, pues su determinación le generó más ansias.

Cuando JiMin estaba por decir algo de nuevo, la puerta de la enfermería fue abierta, dejando ver a una bella mujer que lucía muy bien su cabello largo y negro mientras de su traje de vestir relucía más su bata blanca.

Ella les sonrió amable y después volvió a cerrar la puerta tras su espalda una vez estuvo afuera.

-Son los amigos Jeon JungKook, ¿no?

Miró a cada uno, sin notar la tensión de antes.

-Soy la doctora Ryu SeRa.-se presentó.-Todo está bien con el joven Jeon, simplemente tuvo una pequeña torcedura en la muñeca izquierda.

》Ya le administré un analgésico. Nada de que preocuparse.《

Un alivio interior al oír eso provocó en TaeHyung mucho desestres. Bien, al menos podía estar seguro de que no era muy mala esa caída.

-Vale, ahora ¿quién de ustedes es Kim TaeHyung?- preguntó la mujer, logrando que todos se mostraran algo confundidos.

SeRa rió despacio.

-Él me dijo que quería hablar con Kim TaeHyung.- respondió ante la confusión de los estudiantes.

El pelicastaño, muy apenado y nervioso, avanzó hacia la enfermera que lo miró amable. Ella, asintiendo a su presencia, le indicó con un gesto corto con la cabeza que podía pasar al cuarto.

-Ve, TaeHyung-ah.- le comentó suave JiMin.

Asintiendo nervios ante las palabras de su amigo, TaeHyung fue despacio hasta la puerta, y abriéndola se adentró.

...

Al ingresar a la enfermería, el lugar relucía muy limpio y fresco.

El aroma a desinfectante y lavanda natural recorrían cada parte del sitio, los estantes llenos de medicamentos y más cosas útiles estaban muy limpios, las camillas con sábanas blancas perfectamente planchadas contaban con una cortina azul claro para algún paciente que quisiera más privacidad.

En El Club De Astronomía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora