Sangre ¦Hyunlix¦

T2.Chapter24// No Me Rendiré

Narra hyunjin

Luego de un tiempo por fin fuimos a bañarnos, es realmente una tortura bañarme junto a él, lo digo porque me es imposible no querer tocarlo, con la linda cintura que tiene, su lindo cuerpo y sus pezones.

–Felix– Aplique shampoo en el cabello de felix y masajee.

El menor me miró con atención, me puse nervioso de inmediato y hable –¿Puedo tocarte?– Pregunte nervioso

–No, ya te lo dije, mi cuerpo está débil y no resistirá si lo vuelves a tocar– Dijo el menor mientras se enjuaga el cabello quitándose el shampoo.

–Pero, ¿no me dejarás ni tocarte para colocarte jabón en el cuerpo?– Pregunte algo desesperado por intentar tocarlo.

–Ni eso, lo puedo hacer yo solo, ya te dije, no me vas a tocar hasta que mi cuerpo esté recuperado y yo tenga fuerzas–Respondió el menor y me dio la espalda mientras se coloca el jabón por el cuerpo.

–Felix, mi niño, por favor – Es mi último intento, creo que fallare, voy a ser rechazado una y otra vez, el no va a querer de seguro.

–Ni lo vuelvas a pensar, te vas a ganar una cachetada– Respondió el menor dándose vuelta, me miró y echo shampoo en mi cabeza, masajeo un rato y luego me dio un beso.

–Bueno, bueno, lo siento, no insistiré pero prométeme, que el último día que estemos aquí, tendremos sexo– Insistí, vi la mirada seria del menor para luego ver la sonrisa que me encanta, además que me afirma.

–Bueno, sí, sí lo haremos ¡pero se gentil por favor!– Exclamó y de inmediato lo acepte, me adaptare a su cuerpo y a su velocidad, besaré su cuello de manera lenta para que los chupetones no sean notables, masturbare su miembro con cuidado y seré muy gentil con el, lo prometo.

–Ya, déjame colocarte jabón– Dice el menor y me enderece, este coloco por todo mi cuerpo el jabón y luego el agua que cae por encima de nuestras cabezas lo limpio.

Me recosté en el hombro del menor –Hey no, te dije que no– Hablo de inmediato felix y yo solo me quedé en silencio.

–Lo siento, no me sentí bien– Dije mientras sentía que el menor acaricio mi cabello, luego toco mi frente y habló –No tienes fiebre, mejor ya salgamos de la ducha, te daré unas pastillas–

Felix me ayudo a salir de la ducha y colocó una toalla alrededor de mi cintura, el hizo lo mismo con el. –¿Qué sientes?–Preguntó algo preocupado.

–Estoy mareado– Mencioné mientras salía de la habitación con dificultad y me recuesto de inmediato en la cama.

–Espera aquí Hyunjin, voy por las pastillas, no te muevas mucho–Hablo el menor mientras se retiraba de la habitación.

La verdad es que no me gusta mentirle al menor pero quiero y haré todo lo posible para tener sexo con él, no importa el día aunque quedaría más satisfecho si lo volviéramos hacer hoy y ahora pero será algo imposible, me repetirá lo mismo de siempre, además me dirá que estoy enfermo.

Espere pacientemente hasta que el menor volviera, al escuchar sus pasos me hice el enfermo.

–Ya volví, toma– El menor me entrego el vaso con agua y las pastillas, yo no las tome, no hice ningún movimiento. –¿Quieres que yo te dé las pastillas?– Asentí con mi cabeza.

Observe como el menor tomaba un poco de agua y luego colocaba las pastillas en su boca, luego me beso, el agua pasó por nuestras bocas hasta que yo trague, ¿lo raro? El menor siguió con el beso y yo no me negué, pronto sentí sus manos tocando mi cuerpo.

Se separo al escuchar que yo solté un pequeño jadeo por su toqueteo –¡Lo siento! Las hormonas, l-las hormonas no me dejan tranquilo, lo siento–Exclamó el menor.

–Ay mi niño, ya, no hay problema pero no me vuelvas a hacer eso, ven, siéntate a mi lado– Dije y el menor en vez de sentarse a mi lado como le dije, se sentó en mis piernas y posicionó su trasero en mi entrepierna.

–Felix, mi niño, ¿de verdad no quieres seguir con lo de antes?– Hable mientras el menor se tapa el rostro.

–No, ¿por qué lo dices?–Pregunto el menor nuevamente y yo rápido respondí. –Tu forma de comportarte dice totalmente lo contrario, me estabas empezando a tocar y ahora te sientas en mi regazo–

El menor se puso nervioso de inmediato y evito responder a toda costa, tomó mis manos y las llevo a sus piernas.

–¿Felix de verdad no quieres? – Pregunte y acomode mejor al menor.

–No puedo mentir...– Murmuró el menor mientras se recostó en mi pecho. –No quiero pero lo necesito– Volvió a hablar intentaba lamer mi cuello.

–Eres mío, ¿de quien eres?– Preguntó felix, es la primera vez que lo veo así.

–De dios– Respondí y de inmediato sentí sus labios contra los míos mientras él apretaba mi entrepierna.

–Hazlo tranquilo, hazme todo lo que quieras con tal de calmarte mi niñito– Aclare y acaricie la cabeza del menor, será una tortura para mi, hacerme el enfermo mientras intento guardar mis gemidos, será un total infierno.