Eran las 8 AM y Wriothesley se encontraba de camino al trabajo. Maldecía por lo bajo, mientras manejaba, pues para él cada día era igual que el anterior, si no fuera por aquel peliblanco que lo traía embobado, hubiese renunciado hace bastante tiempo.
Luego de estacionar su auto, Wriothesley caminó directo a la puerta del tribunal, donde se dio un vistazo en el cristal, asegurándose de que todo estuviera en orden. Sin duda aquel traje, que dejaba al descubierto sus musculosos brazos, se le veía realmente bien, y él lo sabía. Aunque también sabía que no era suficiente para encantar a ese elegante hombre que observaba cada día, casi como un psicópata, pero estaba seguro que no estaba ni cerca de serlo con todos los locos que vio dentro del tribunal. Dio un suspiro luego de arreglar algunas hebras de su cabello y palpar un poco sus ojeras con sus fríos dedos.
Marcaban casi las nueve en punto y Wriothesley escuchó una voz lejana.
- ¡Hey! - Una voz grave y suave a la vez se hizo presente en el pasillo, casi como si no quisiese despertar al pelinegro que se encontraba dormitando, apoyado en esa fría pared de concreto.
Wriothesley dio un salto y se quedó atónito por unos segundos. Frente a sus ojos se encontraba la fina silueta del hombre que le traía las hormonas revueltas hace un par de meses, exactamente desde que empezó a trabajar en ese lugar.
Neuvillette era reconocido por su fría y retraída personalidad, no solía relacionarse mucho con sus compañeros de trabajo, ni darle su confianza a ninguna persona. También era conocido por su elegante porte, con el que asistía todos los días a su trabajo como juez supremo, el que hacía que la gente lo viera como alguien atractivo y misterioso. Ese día estaba vistiendo su habitual traje color azul marino, pero su largo pelo se encontraba tomado en una trenza al costado de su cabeza, lo que dejaba más expuestas las finas facciones de su cara.
- B-Buenos días, su señoría Neuvillette - Saludó Wriothesley, espabilando del corto periodo de sueño, con sus ojos brillando - Hoy vino con un peinado nuevo - Expresó en un tono de coqueteo, mientras ponía la llave en la cerradura de la puerta de cristal para permitirle el paso al mayor de ambos.
- Buenos días, Wriothesley.- Habló Neuvillette, sin una expresión diferente en su rostro, aparte de su usual ceño pacífico - Gracias por notarlo, haz un buen trabajo hoy.- Agregó, dando paso al salón donde sus tacones hicieron un eco que invadió todo el espacio. Usualmente Neuvillette le habría dado un apretón de manos como saludo cordial, pero la pila de papeles que sostenía dejaba en evidencia el pesado día de trabajo que se aproximaba para el juez.
Wriothesley dio un suspiro y luego una pequeña sonrisa se formó en su rostro. No hallaba la forma de acercarse al mayor más allá del saludo, pero no podía evitar quedar cada vez más encantado por la belleza de Neuvillette, que lo asombraba cada día.
Holis, este capítulo es un poco (muy) corto pq es lo que apenas se me ocurrió 😭
Tengo algunas ideas que plasmaré cuando tenga tiempo, no se preocupen que será pronto, espero que les guste <3
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Tribunal De Amor | Wriolette
RomanceWriothesley, guardia del tribunal donde trabaja Neuvillette, de quien se encuentra perdidamente enamorado. - Historia original. - Capítulos cortos. - No sé cómo sea el transcurso de los hechos, solo escribiré lo que se me vaya ocurriendo TOT