El peliblanco se encontraba a horcajadas sobre las piernas de Wriothesley, acariciando su nuca y manteniendo ambos un contacto visual que parecía que se devoraban. Wriothesley desliza su lengua por sus labios para humedecerlos un poco, llevando sus grandes manos a los muslos vestidos del mayor, con su espalda bien apoyada en el respaldo del sofá.
Luego de la gratificante noticia de Wriothesley, ambos volvieron a fortalecer la relación que tenían viéndose la mayor parte del fin de semana. Conversaron y se pusieron al día de todo lo que no se vieron en dos semanas, y aunque era algo obvio que en algunas ocasiones buscaban ir más allá, ninguno daba el primer paso y terminaban con ganas, las cuales no se atrevían a saciar.
Neuvillette movía tímidamente su pelvis sobre la del menor para crear una suave fricción, asimismo soltando suspiros y jadeos que salían inconscientemente de su boca. Wriothesley por otro lado apretaba y acariciaba los muslos del peliblanco, yendo cada vez más atrás con sus manos hasta cubrir los perfectamente esféricos glúteos del mayor sobre él.
El peliblanco luchaba por mantener su respiración al mismo ritmo que el del azabache, y sin lograrlo su pecho cae sobre Wriothesley, manteniendo su mentón en el hombro de este y soltando jadeos cerca de su oído.
— ¿Sabes la hora que es, verdad? — pregunta el pelinegro dejando un camino de besos en el cuello del mayor, succionando más fuerte en algunos, donde manchas rojizas aparecían al instante en la pálida piel de este.
— Mmh… N-No lo sé — el peliblanco se retuerce sobre Wriothesley al sentir aquellos candentes labios en su cuello y sus ojos se presionaron con fuerza, dejándose llevar por completo.
— Tenemos que trabajar mañana, cariño.
Los ojos de Neuvillette se cristalizan de repente y se aferra más al gran cuerpo bajo suyo. La mezcla de sentimientos le hizo doler el pecho; no sabía si estaba caliente, triste o extremadamente feliz.
— Pero sabes… — el azabache deja nuevamente un pequeño beso sobre el cuello del mayor, deslizando sus manos por toda la longitud de su espalda. — Creo que no podría aguantar un segundo más sin hacerte mío.
Las mejillas del peliblanco se sonrojaron violentamente ante las palabras que el menor susurró en su oído. Se separó unos centímetros para observar el rostro de Wriothesley, bajando su mirada directamente a aquellos carnosos labios, los cuales atacó de inmediato de forma apasionada.
Sus lenguas comenzaron una intensa lucha entre ellas, mientras sus manos buscaba con desespero deshacerse de la ropa del otro. El pantalón y ropa interior de Neuvillette se encontraba hasta la mitad de sus muslos, dejando al descubierto parte de su tersa piel levemente rojiza por los apretones que daba eventualmente Wriothesley a la zona.
Las finas manos de Neuvillette recorrían el pecho desnudo de Wriothesley hasta su abdomen, donde se detuvo en la parte inferior para soltar el cinturón que atrapaba el pantalón del azabache. La piel del mayor se erizó al sentir el gran bulto, por sobre la tela, palpitar en su mano y emanar calor. Wrio atrapó ambas manos del mayor entre una de las suyas, jalando su cuerpo por completo hacia el suyo para volver a unir sus labios, mientras la mano que se encontraba trabajando en los glúteos de Neuvillette, se dirige hacia la entrada para introducir uno de sus dígitos lentamente en el caliente interior del peliblanco.
— A-Ahh… W-Wrio-
El mayor no terminó la frase cuando un agudo gemido proveniente de su garganta se perdió entre los labios y boca de Wriothesley. Su espalda se arqueó levemente, por lo que con los ojos cerrados, comenzó a moverse sin vergüenza sobre el grueso dedo del menor.
De un solo movimiento y una previa sesión de gemidos entre los dos, Neuvillette se encontraba de rodillas entre los muslos del pelinegro, quien lo miraba deseoso desde arriba. Las finas manos viajaron hasta el borde del molesto pantalón que aún traía su amante, el cual deslizó rápido por sus piernas junto a la ropa interior, dejando al descubierto el erecto y rojizo pene del menor.
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Tribunal De Amor | Wriolette
RomanceWriothesley, guardia del tribunal donde trabaja Neuvillette, de quien se encuentra perdidamente enamorado. - Historia original. - Capítulos cortos. - No sé cómo sea el transcurso de los hechos, solo escribiré lo que se me vaya ocurriendo TOT