Conexión

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Neuvillette

Mis pasos resuenan por la vacía y oscura calle. Me sentía como un idiota por seguir llorando, que hasta sentía mis ojos hinchados y mi rostro picar por las saladas lágrimas que no cesaban. Me culpaba a mi mismo. Nuevamente me cuestionaba por qué acepté la invitación de Pierre siendo que me hizo tanto daño, rompió mi corazón, me engañó y jugó conmigo. Ahora comprendo que pese a todo no soy una persona rencorosa y, en lo más recóndito de mi ser, necesitaba que me aclare el por qué, por qué fue así conmigo siendo que lo amé hasta el último día, siendo que le entregué lo mejor de mí y fue mi primera vez en muchas cosas, y lo sabía. En definitiva estoy de acuerdo cuando dicen que el primer amor duele más que cualquier otro, y desgraciadamente pude experimentarlo.

Pasaron un par de minutos en los cuales continuaba analizando la situación mientras caminaba a paso lento. Aparte de que noté la satisfacción de Pierre cuando le solté que no la pasé bien en ese tiempo, entendí que venía con otras intenciones aparte de eso. ¿Qué esperaba? ¿Acaso pretendía que volviera con él y corriera a sus brazos? Nunca sería tan idiota para hacer eso, si es lo que pensaba. ¿Entonces, por qué dijo que es mi novio? ¿Sabía algo de lo mío con Wriothesley? No podría negar una probabilidad de aquello, ese hombre es siniestro y siempre que quería información de algo la obtenía. ¿Pero cóm...

De forma repentina, siento que me jalan hacia un oscuro callejón, despojándome violentamente de mis pensamientos. Una gruesa mano se posa y presiona en mi boca, evitando que grite ante el susto, por lo que muerdo con fuerza su palma que aún así no se separa. Siento mi cuerpo derretirse y temblar de miedo, volviendo a soltar lágrimas de desesperación. Pega mi espalda a la pared con suavidad y quita su mano de mi boca, lo que me permite soltar un suspiro, botando aire caliente desde mi garganta que se transforma en una nube de vapor. Alza mi barbilla, y me encuentro con sus ojos blanquecinos e iluminados por la luz de la luna, que al mismo tiempo ilumina parte de su rostro y cabello negro, lo que me permite reconocerlo de inmediato. Mi rostro se tensa al estar frente a él, sin saber si correr, si besarlo, si desmayarme o simplemente quedarme ahí esperando que a uno de los dos se le ocurra hablar.

— Dime que no es cierto...— Habla suave y con su voz un tanto quebrada, lo que causa que pase saliva por mi garganta pesadamente.

— No lo es...

Sus brazos me rodean con fuerza, casi sacando todo el aire de mis pulmones, pero no me quejo. Extrañaba en demasía sentirlo cerca, sentir su aroma, escuchar sus latidos, sentirme protegido por sus brazos, su respiración en mi oído, su cálido cuerpo, simplemente extrañaba sentirlo. Mi rostro se incrusta en su cuello al corresponder su abrazo y su hombro se empapa con mis lágrimas luego de estar un par de minutos en esa posición. Me separo unos centímetros, o los que me permitía el estrecho callejón, llevando mi mano hacia una de sus frías mejillas para poder acariciar esta misma. Sorbo mi nariz y con mi mano libre seco mis lágrimas para proceder a hablar:

— Tenemos una conversación pendiente, ¿No crees? — Añado.

Mi mano desciende lento y se encuentra con la suya, por lo que jugueteo un poco con sus dedos hasta entrelazarlos entre sí. Él asiente con suavidad y proporciona un pequeño beso en mi frente, que manda un escalofrío por todo mi cuerpo y acelera mi corazón, antes de salir del frío y oscuro callejón, que por una parte lograba representar el desastre en mi mente, y por otra, solo me hacía querer escapar de ahí lo más rápido posible. Pese a que no me agradaban las vibras del húmedo lugar, entendía que mi única e indudable escapatoria en ese momento era Wriothesley.

— Mi auto está cerca, ¿En mi casa o en la tuya?

— Mm... No me molestaría conocer tu casa. — sonrío dándole una rápida mirada a sus ojos, cortando el contacto visual de inmediato para dirigir mi vista al suelo.

Tribunal De Amor | WrioletteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora