Zee Pruk nació en un hogar lleno de comodidades, su padre era rico y su madre estaba incondicionalmente enamorada de él.
Zee creyó que lo tenía todo hasta que vio a su mamá llorar por primera vez. Ese fue un punto de quiebre en su vida y a partir de ese momento fue capaz de ver más cosas.
Vio que a la habitación de su madre entraban botellas de vidrio que luego salían vacías y también vio cómo su padre partía durante semanas, dejándolos solos a ambos.
Zee no podía salir de su casa sin el permiso de sus padres y como su padre nunca se encontraba presente y su madre siempre estaba intoxicada, él permanecía encerrado todo el día. Tenía una vida apartada y solitaria hasta que su madre murió y él fue enviado a un internado extranjero a estudiar.
Apartado de su hogar, solo y triste, Zee comenzó a experimentar todo tipo de sentimientos negativos, especialmente hacia su padre. Se negaba a recibirlo cuando el hombre lo visitaba, despreciaba sus regalos y realmente se molestó cuando su padre concluyó todas las visitas.
Cuando terminó sus estudios iniciales, la relación con su padre era casi inexistente, pero terminó de diluirse cuando Zee, recibió entre su correspondencia, una tarjeta dorada.
Con ese pedazo de plástico cuadrado, podía conseguir lo que quisiera y también podía doblegar la voluntad de las personas. Todos estaban por debajo de él, podía exigir a sus maestros, desobedecer a sus tutores e incluso podía ignorar a sus cuidadores porque todos lo obedecían, excepto una persona: Norban Panich.
Sin que se diera cuenta, dentro del cuerpo de Zee comenzó a gestarse un profundo resentimiento hacia su padre. Sentía como Norban Panich le quitaba todo, su libertad, sus elecciones y su identidad.
Todos le preguntaban por su padre millonario, todos querían saber sobre los negocios de Norban Panich y Zee creció sin poder desarrollar una individualidad fuera de la sombra de su padre.
No fue extraño comenzar a codiciar ese poder por el cual todos le preguntaban, tampoco fue extraño comenzar a soñar con los millones de su padre y mucho menos fue extraño, sentirse una versión más joven y mejor de Norban Panich.
***
Zee dirigía un ala muy específica del imperio de su padre, el único sector de la empresa del magnate Panich que no generaba ninguna ganancia: el área humanitaria.
Zee era el presidente del área filantrópica del imperio Panich y había hecho un magnífico trabajo hasta el punto que en poco tiempo, ese sector sería sustentable por su propia cuenta, sin necesidad del apoyo del imperio de Panich. Por eso, se sintió iracundo al recibir la noticia de que el departamento de filantropía iba a ser desarticulado y cerrado.
Norban Panich había decretado el cierre de ese sector, dejando a todos los trabajadores desempleados y eso también incluía a su propio hijo.
Zee viajó durante trece horas para discutir personalmente el asunto del cierre del ala humanitaria con su padre, pero a cambio recibió otro desaire, cuando el mayordomo de la mansión, le informó que su padre había dejado el país.
Zee estaba furioso, quería prender fuego la casa con todos los empleados dentro, hasta que su mirada se cruzó con los ojos de NuNew Panich. En ese preciso momento, sintió que su cuerpo era como un piano tocando una melodía ancestral, como si desenterrara algo profundo y previo a la vida que había llevado hasta ese momento.
Zee reconoció algo extraño en esos ojos, pudo ver más allá de los pigmentos que adornaban la oscura mirada del menor. Miró sus labios rojos como la sangre y trató de compararlos con alguna obra de arte conocida, pero nada los igualó.
La rabia y el enojo persistían, pero la codicia pudo más. Ya sabía cómo retribuir a su padre todas las cosas que le habían causado dolor, frente a él estaba su perfecta venganza e iba a gozar del proceso, porque al instante sintió el fuerte deseo de tocar ese rostro tan angelical.
Esa misma noche ingresó a la habitación de NuNew y lo vio dormir. Quitó las sábanas que lo cubrían y vio la piel sedosa y quiso lamerla.
***
Al día siguiente, contempló a NuNew jugando en el agua, mostrándole su cuerpo casi desnudo, bailando para él... solo para él, tentándolo con esos labios rojos, sacudiendo su cabello y sonriéndole como una sirena. Zee no era de piedra, cualquiera en su lugar habría actuado de la misma manera, solo hizo lo que se debía hacer, besó a NuNew Panich, el esposo de su padre.
Hay dos formas de ver la vida, la de este Zee y la de este NuNew. ¿Depredador y presa?
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RENDIDO (Un esposo virgen) // ZeeNuNew
FanficLo contempló jugando en el agua, mostrándole su cuerpo casi desnudo, bailando para él, solo para él, tentándolo con esos labios rojos, sacudiendo su cabello y sonriéndole como una sirena. Zee no era de piedra, cualquiera en su lugar habría actuado d...