Norban Panich estaba decidido a doblegar la voluntad de su hijo y comenzaría con algo simple pero efectivo para la mayoría de los hombres jóvenes.
***
Zee pasó una de las peores noches de su vida, la expresión de NuNew al gritarle que se fuera de su habitación, lo había llevado a formularse cientos de preguntas. ¿Por qué NuNew se comportó de aquella manera? ¿Acaso odió la noche que pasaron juntos?
Zee se consideraba un excelente amante y habría jurado ante cualquier tribunal de Justicia, que NuNew disfrutó de esa noche, tanto o más que él. Los gemidos, los besos y la completa sumisión y entrega del menor, eran la prueba más cabal que esa noche fue inolvidable para ambos. ¿Estaría en un error? ¿Habría malinterpretado al hermoso joven?
Todas esas preguntas lo mantuvieron ocupado una buena parte de la noche por lo que era tarde cuando despertó y se encontró a dos mujeres sentadas frente su cama.
Zee tuvo que reconocer que su padre tenía talento para sorprenderlo, imaginó que le ofrecería acciones de la empresa, poder ilimitado o acceso al tesoro familiar, pero nunca sospechó que intentaría tentarlo con los placeres más primitivos que existían sobre la faz de la tierra.
El heredero de Panich, reconoció la hermosura de ambas mujeres que le sonreían con lujuria. Zee aún mantenía su decepción de la noche anterior contenida. No había podido quitarse la frustración con el cuerpo de NuNew pero tal vez pudiera hacerlo con el cuerpo de esas dos mujeres.
Sin perder el tiempo, Zee les pidió que se desvistieran y las mujeres no tuvieron que sacarse muchas prendas porque solo llevaban puesto un pequeño vestido.
Ambas se recostaron a su lado y comenzaron a acariciar sus piernas pero el cuerpo de Zee, no encontró ningún tipo de excitación en la desnudez o el contacto de las tiernas manos femeninas.
- ¡Bésala! – le dijo a una de ellas.
La mujer señalada obedeció y comenzó a morder los labios de su compañera. Zee miró la excitante escena pero obtuvo el mismo resultado.
Las damas eran profesionales, sabían que a algunos clientes solo les gustaba observar por lo que siguieron con su juego amatorio. Una de ellas rodeó con sus piernas a la otra y comenzó a frotarse contra la pelvis de su compañera. Los gemidos femeninos inundaron la habitación, Zee solo les dedico un momento de atención, era un acto que antes lo hubiera hecho actuar, pero ahora no le transmitía nada.
Las mujeres descansaron por algunos minutos y luego se retiraron.
***
Zee bajó a la cocina en busca de algo para comer, pero se encontró a su padre y a NuNew sentados en la mesa del comedor.
- Siéntate Zee, come junto a nosotros. – le dijo su padre.
Zee observó fugazmente la expresión de Norban Panich para detenerse luego en el rostro de NuNew, quien apenas lo miraba.
- Por lo que escuchamos, te divertiste arriba. – soltó su padre. – Las paredes de esta casa son muy delgadas.
Zee se mantuvo sereno y respondió con cortesía:
- Así es.
- ¡Puedes tener eso y mucho más, solo debes considerar mi propuesta! – insistió Norban Panich dándole un mordisco a un trozo de pan.
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RENDIDO (Un esposo virgen) // ZeeNuNew
Fiksi PenggemarLo contempló jugando en el agua, mostrándole su cuerpo casi desnudo, bailando para él, solo para él, tentándolo con esos labios rojos, sacudiendo su cabello y sonriéndole como una sirena. Zee no era de piedra, cualquiera en su lugar habría actuado d...