Los arreglos del funeral de Norban Panich, fueron encabezados por Zee Pruk, quien se encargó del traslado del cuerpo y de cumplir la voluntad del fallecido sobre el destino de sus restos.
NuNew recibió la noticia de parte del secretario de Norban Panich, quien le indicó el lugar donde se realizaría la ceremonia de despedida. Obligado por su madre, se vistió de negro, algo que le resultó difícil porque en su cabeza alguien que esperara un bebe, no debería vestirse con un color tan lúgubre.
El joven encontraba triste que la vida del que fue su esposo terminara de esa manera, pero también entendía que los accidentes suelen pasarle a todas las personas, incluso a aquellas que tienen poder y prestigio. No estaba feliz. ¿Cómo podría estarlo? Sobre todo cuando pensaba en Zee.
***
NuNew se apresuró a llegar al lugar y luego de atravesar la marea de reporteros que se habían instalado en la puerta del cementerio, finalmente alcanzó a ver a Zee Pruk.
El gran salón estaba repleto de arreglos florales que dignatarios y socios de todo el mundo enviaron para rendir un solemne homenaje al fallecido Norban Panich. Detrás del ataúd, sentado en la primera fila de sillas, se encontraba Zee.
La mano de su madre, fue lo único que detuvo a NuNew para evitar que saliera corriendo y se colgara del brazo del padre de su hijo.
Cuando llegó hasta él y sus miradas se encontraron no vio los destellos cálidos y brillantes que Zee le regalaba cada vez que lo veía.
- Suéltame, por favor. – dijo fríamente.
Solo hasta ese momento, NuNew notó que estaba abrazando al mayor.
- ¿Zee?
- Hay decenas de reporteros, suéltame. – Repitió empleando el mismo tono frio.
- ¡¿Por qué no has respondido a mis llamadas?!
El mayor alzó la cabeza, cortando el lazo visual que los unía y sacudió su brazo para liberarse de NuNew.
- Es mejor que tomemos distancia.
Esas palabras viajaron hasta los oídos de NuNew y se instalaron en su pecho. Un dolor agudo recorrió su cuerpo y le hizo perder equilibrio, trastabilló y frente a todas las cámaras, el joven viudo, se desmayó.
***
Afortunadamente, Zee alcanzó a sostenerlo en el aire antes de que NuNew se golpeara contra el suelo; lo entregó a su madre y permaneció el resto del día frente al ataúd de su padre, recibiendo las condolencias de todos los presentes.
Al anochecer cuando el féretro iba a ser trasladado hacia el lugar de descanso final, el fiel secretario de Norban Panich, apareció para hablar con Zee.
El hijo de Panich estaba completamente enojado con él por no haber respondido a sus llamados cuando Zee intentaba localizar a su padre. No lo culpaba por lo ocurrido, puesto que sabía que la decisión de Norban Panich fue irrefrenable, sin embargo no quería hablar con él.
El secretario estaba más que preocupado, cargaba con una información que a todas luces era muy importante, pero Zee lo ignoró.
Cuando ya no quedaba nadie en el lugar, Zee subió a su auto y le pidió al chofer que lo llevara a la mansión Panich. Se sentía agotado, no había dormido bien en los últimos días, necesitaba descansar y procesar el hecho de que su padre ya no existía en este mundo. Solo unos metros había avanzado el auto, cuando una frenada brusca lo sorprendió.
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RENDIDO (Un esposo virgen) // ZeeNuNew
Fiksi PenggemarLo contempló jugando en el agua, mostrándole su cuerpo casi desnudo, bailando para él, solo para él, tentándolo con esos labios rojos, sacudiendo su cabello y sonriéndole como una sirena. Zee no era de piedra, cualquiera en su lugar habría actuado d...