24. Sin ganadores.

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Un fuerte sonido despertó a NuNew, quién  abrió los ojos y entre la creciente luminosidad vio a un hombre desconocido sentado junto a él. Era un sujeto de unos cuarenta años de edad, ligeramente fornido, estaba vestido de gala y no dejaba de alabar la belleza del chico.

Intentó incorporarse pero descubrió que estaba atado tanto por las manos como por los pies a cada uno de los extremos de la cama.

- ¡Querido NuNew! ¡Al fin nos encontramos! ¿Sabes cuánto tiempo llevo soñando con este momento? ¿Me recuerdas? Nos conocimos un día a la salida de una entrega de premios, también nos vimos en el aeropuerto, fui a despedirte en tu primer viaje a París.

NuNew estaba aterrado, buscó a su madre por toda la habitación pero no la halló. Entonces fijó su vista en el desconocido y no tardó en comprender que se trataba de un admirador que había sobrepasado todos los límites.

Estaba acostumbrado a lidiar con admiradores que usualmente lo seguían, pero ninguno de ellos se había atrevido a tanto. Creyó que a pesar de la incómoda sujeción, su vida no estaba en peligro.

- Si te recuerdo - mintió.

- Te sigo desde que cumpliste diez años, en aquella celebración te regalé bombones y algunas cosas más... - dijo el desconocido cubriéndose el rostro por la vergüenza.

- Así es... jamás podría olvidar tus regalos. - respondió NuNew con una voz temblorosa.

- Ahora que nos reencontramos... podrías vestir las prendas que te obsequié.

- Tus regalos no están aquí...

- No te preocupes tengo más... nos divertiremos juntos.

El joven de piel clara vio como el desconocido extendió frente a sus ojos, lencería demasiado pequeña para un adulto y supo que ese no era un simple admirador obsesionado. Era un pederasta.

- He querido hacerte una pregunta, bello NuNew. ¿Es cierto lo que dijo la prensa? ¿Estás esperando un hijo de Panich?

Toda la calma que NuNew se había obligado a sentir, desapareció al escuchar esa pregunta.

- ¡No es cierto! - dijo escondiendo el pavor que se extendía por su cuerpo.

- ¿No le mentirías a tu más grande fan? ¿Verdad?

- Jamás te mentiría. ¿Cuál es tu nombre? - intentó razonar NuNew.

- Eso no importa... quiero comprobar si mientes o dices la verdad.

El hombre se aproximó a NuNew y comenzó a desabotonarle la camisa negra que llevaba puesta. Todo rastro de cordura abandonó el cuerpo del joven que comenzó a gritar mientras se removía violentamente tirando de las ataduras impuestas.

La sonrisa del desconocido desapareció cuando terminó de abrir la camisa y el torso del joven quedó al descubierto. Era leve pero en alguien tan delgado como él, se podía apreciar la hinchazón propia de un embarazo.

- ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! - gritó y seguidamente le propinó un fuerte bofetón en el rostro.

Era la primera vez en su vida que alguien lo golpeaba, NuNew se quedó estático y sin saber qué hacer.


El desconocido peinó con vehemencia el cabello del joven que se encontraba completamente desordenado por el golpe recibido.

- Yo no puedo permitir que ese niño nazca. - le dijo.

NuNew seguía conmocionado pero el miedo lo devoró, cuando vio que el sujeto extrajo del interior de un maletín, dos agujas de tejer. Eran utensilios metálicos largos y finos, capaces de hacer mucho daño.

RENDIDO (Un esposo virgen) // ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora