¿SABES QUIEN SOY?

CAPITULO 14

El sábado siguiente, tras una semana en la que su mente y su corazón batallaban por su conflicto de sentimientos, Freen se arregló a conciencia para salir. Quería estar guapa. Charlotte, al ver que se ponía un vestido nuevo con una fina chaqueta de punto blanca, exclamó:

- ¡Qué guapa estás!. Freen sonrió. Y dijo:
- Gracias.

Charlotte, que se estaba haciendo un moño alto ante el espejo, cuando Nam se marchó, miró a su amiga y cuchicheó:

- Seguro que la cabo se queda sin habla en cuanto te vea.
- Charlotte... Dijo Freen riendo al escucharla.

Dos minutos después, Nam entró y, sorprendiéndolas, preguntó, mientras ponía los brazos en su cintura:

- Vamos a ver, Charlotte, ¿cuándo me ibas a decir que estás saliendo con un militar?

Ellas la miraron boquiabiertas y su amiga continuó:

- Me lo acaba de decir la tia Mhee,  dice que te ha visto con ella.

Las chicas se miraron y Charlotte le explicó con paciencia su recién estrenada relación con aquella chica. Nam al principio gruñó, no le parecía buena idea. Pero finalmente, tras hablar largo y tendido, se convenció.

- No estás enfadada, ¿verdad?. preguntó Charlotte.
- Claro que no, tonta. En todo caso estoy enfadada conmigo misma. Desde que mi exnovio me rompió el corazón, no me fío de ningún hombre.

- Tu novio era un idiota. Y algún día se dará cuenta de lo que perdió dejándote escapar.

Las tres sonrieron y Charlotte dijo:

- Creo que deberías empezar a mirar a los hombres con otros ojos. No todos son iguales, ¿no crees?
- Dame tiempo. Respondió su amiga, suspirando.

Una hora más tarde, las tres chicas y otras amigas entraron en el local, Engfa se acercó a ellas. Sin verguenza, Charlotte y ella se dieron un beso en los labios. Nam miró a Freen y ésta se burló diciendo:

- Es una descarada.

Nam soltó una carcajada y, tras saludar ellas también a la guapa militar, las cuatro se fueron hacia la barra para pedir algo de beber, mientras la gente bailaba.