Como era de esperar, la marcha de Nam supuso un antes y un después para Freen y Charlotte. Echaban de menos la alegría y la locura que aquella les transmitía. Miraban su cama con pena y lloraban con pesar.
Rebecca regresó de su guardia y su reencuentro, como siempre, estuvo cargado de amor y cariño. Freen lo era todo para ella. Era su destino, su puerto y lo poco verdadero que tenía en su vida.
Cuando ella le mencionó lo que había leído en los periódicos respecto a las tropas que Kennedy había enviado a Vietnam, en un principio ella intentó quitarle importancia. No quería hablar de guerras, tanques o ametralladoras, y menos con Freen.El sábado, tras pasar a buscarla por la residencia, decidieron ir a bailar a un local que ya conocían.
Al entrar, saludaron a Engfa, Irin y a otros compañeros de Rebecca y, rápidamente, la sacó a bailar. A ambas les gustaba hacerlo y, durante un buen rato, rieron mientras movían las caderas con los ritmos de la época.
Cuando se cansaron, fueron a la barra, donde Freen pidió una Coca-Cola.
La risa, la diversión y la música no cesaron durante horas, hasta que de pronto, Rebecca recibió un empujón y, volviéndose para ver quién había sido, preguntó, al tiempo que miraba a Engfa:- ¿Qué le pasa a Irin?
Esta que llevaba un buen rato observando a su amiga, respondió:
- Creo que se le ha ido la mano con la bebida.
Nada más decir eso, se oyó ruido de cristales rotos y Rebecca maldijo. Irin se estaba peleando.
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¿SABES QUIEN SOY?
De TodoTe sumergiras en dos historias paralelas con un final de pelicula... Dos relaciones en diferentes epocas, en diferentes ciudades, con circunstancias distintas, pero que el amor se covertira en el gran protagonista.