-Lo siento, bebé.
-¡Mis pantalones!- exigí.
Era el colmo, el universo está en mi contra definitivamente.
Primero el amigo idiota me hace mojarme los pantalones y ahora Lucas se olvida de traerme unos pantalones extra.
No, ya es mucha coincidencia. ¿Qué es esto mi iniciación?
-Tranquilo pequeño, hay muchos chicos afuera con solo un pañal puesto.
-¡No quiero!- gritaba al mismo tiempo Diego- esa camiseta es para bebés.
-Si sigues haciendo berrinche como un bebé, entonces te pondré pañal como a Joaqui- amenazó Mateo.
Diego, solo pudo bajar la cabeza y hacer caso de las ordenes, termino vistiendo un polo con el logo daddy's boy.
-En cuanto a ti...
-¿Te importaría esperarme un poco?- interrumpió Lucas- solo míralo se nota que está asustado, es su primer día con nosotros y ya paso mucha vergüenza.
Se siente como cálido en el pecho, cuando alguien te defiende. No había tenido a nadie que lo hiciera antes, es reconfortante.
-¿Qué vas a hacer? La tienda de ropa está algo lejos como para ir a comprar un pantalón.
-Le voy a preguntar a Brit si tiene algo de su nuevo pequeño que le pueda prestar a Joaquín, mi hermana es molestamente organizada, así que no dudo que tenga un par extra.
-Entiendo, parece que está vez te salvaste, pequeño- dijo Mateo, mientras bruscamente alborotaba mi cabello.
Lucas se fue con Diego tomándolo de la mano.
Solté un suspiro con el que casi me atraganto momentos después, al ver el rostro ensombrecido de Mateo.
-Si que tienes buena suerte, pequeño. Lucas puede ser muy blando de corazón, así que en mi recae muchas veces la disciplina.
-¿Y bien?- dije tratando de sonar lo más maduro e intimidante que pude- déjate de estupideces, ¿me están haciendo una iniciación o porque tanta humillación? ¿Por qué nos tratan como retrasados?
-¿Seguro que quieres una iniciación? Trabaje como director de una prisión en Brooklyn antes de ser ministro- dijo seriamente- ¿No me gustaría que te hagan nada? Pero pórtate mal y no me importara castigarte delante de todo el mundo, ya te consideran un meó, ¿quieres arruinar tu reputación aún más?- continuo hablando fríamente como si estuviera hablando con preso cualquiera.
-Yo..ehm...-no podía formular palabra, me sentía asustado, esa faceta era muy diferente a la tan amable que normalmente tenía.
-Pórtate bien, y no tendrás problemas, has lo contrario y verás la consecuencias. En especial si tienes planeado salir de este lugar, no podrás hacerlo a menos que tu trabajadora social, Lucas y yo estemos de acuerdo que serás un miembro valioso en la sociedad, no voy a dejar que salgas solo para que al mes vuelvas a cometer delitos.
-...
-¿Te comió la lengua el gato? ¿Prefieres usar un chupón antes de seguir con esa expresión de idiota?
-Ba...basta- le dije apenado, quería que fuera el señor amable de siempre, no quería que siguiera tratándome mal.
-¿Qué dijiste? Ya olvidaste como hablar así como olvidaste como ir al baño por tu cuenta.
-¡Ca-cállate idiota!- le grité con todas las fuerzas que pude empezando a llorar por el cumulo de sentimientos encontrados.
-¡Te lo advertí!- dijo mientras me cargaba bruscamente tomando rumbo a la salida del baño.
ESTÁS LEYENDO
Villa Júbilo (ABDL)
Teen FictionEl fin del Derecho Penal siempre ha sido la reinserción en la sociedad, hace cuatro años con la delincuencia en auge y las cárceles abarrotadas, el Estado no ha tenido más opción que aceptar la propuesta del entonces ministro del interior, Matthew...