El primer pequeño II

404 39 3
                                    

Lucas se quedó viendo a Mateo durante un rato, no encontraba las palabras adecuadas.

Mateo se impacientaba más y sus nervios por saber el motivo del silencio tan incómodo aumentaban a cada segundo.

-Mateo, hoy fui a la guardería y había un pequeño tan dulce que...

-Lucas, si vas a decir lo que pienso es mejor detenerte- dijo Mateo firme.

-Pero...-trato Lucas de debatir soltando un suspiro- creo que nos necesita, es tan frágil y dulce, además lo he pensado un tiempo y...

-¿Desde cuando?- preguntó Mateo interrumpiendo a Lucas.

-Desde hace un par de meses que estoy sintiendo celos cada vez que veo a los guardias cuidando a los pequeños, como los que ya cayeron en su little space se sienten tan pegados a ellos, como los abrazan, como aman ser mimados- se sinceró Lucas- Quiero tener eso en mi vida Mateo, por favor.

-Sabes que no podemos, tenemos responsabilidades, yo estoy casi todo el día en la central y tu en el consultorio, ese niño pararía solo.

-Puedo hacer espacio, organizaría mis citas, tal vez pida licencia un par de meses.

-Un par de meses libres y luego a dejarlo a la suerte, vaya que gran padre vas a ser- respondió Mateo con todo el sarcasmo posible.

-Solo porque estás alterado voy a fingir que no me hablaste así.

-No lo hagas, estoy seguro será algo pasajero, no te vas a morir por no tener un pequeño, conociéndote te aburrirás dentro de unas semanas, y volverás a dejarlo en la guardería, como sucedió con el perro.

-No menciones a Ferris, tú fuiste el que lo devolvió porque no aprendía a hacer sus necesidades afuera.

-Porque ninguno tenía el tiempo, si le hubieras puesto más empeño al perro tal vez aún estaría aquí, lo mismo sucedería con el pequeño.

-No sé por qué te estoy pidiendo permiso, lo criaré yo solo si tú no estás dispuesto a apoyarme- dijo Lucas resignado.

-¿Crees que no sé lo que haces? Si esta es tu forma de presionarme para pedirme el anillo créeme que no te va a funcionar- dijo Mateo enojado.

-¿De verdad eres tan egocéntrico?- Regañó Lucas- lo hago por el pequeño, solo lee su expediente y entenderás- pidió Lucas entregándole el documento a las manos de su novio.

-Mi opinión no va a cambiar- dijo rotundamente Mateo tirando el expediente al suelo.

-La mía tampoco, por cierto hoy duermes en el sofá- dijo recogiendo el expediente y encerrándose en su cuarto. 

-No seas ridículo- gritó golpeando la puerta cerrada- ¡Abre la maldita puerta!- gruñó enojado dando una serie de golpes y patadas que hacían resonar las paredes.

Lucas se quedó en su cama ignorando el bullicio tras su puerta, pensando seriamente en lo que tenía que hacer y las consecuencias que esto traería.

↣↣↣↣▶▶◇◇◇◆◇◇◇◀◀↢↢↢↢

Lucas se despertó tras una pocas horas de descanso, Mateo no habia dejado de tocar la puerta hasta altas horas de la noche, se preocupaba por como habrá quedado su mano pero tuvo que dejar esos pensamientos de lado.

Se bañó, se puso unas prendas elegantes para ir a trabajar, y puso una alarma en su celular para poder ir a cumplir la promesa que le había hecho al pequeño Rodrigo.

Aunque alterado por lo sucedió la noche anterior, tuvo que dar todo de sí en las sesiones con otros little y sus cuidadores, le encantaba ver los avances que tenían los pequeños, sobre todo aquellos que vio desde el primer día, cuando se reusaban a ser llamados bebés, cuando tenían tantos problemas y ahora parece que su vida hubiera cambiado para bien.

Villa Júbilo (ABDL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora