El primer pequeño III

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Al día siguiente, siguieron su rutina diaria hasta que llegó la hora de ir al centro de adopciones, Lucas y Mateo habían pedido permiso para poder ausentarse unas horas en el trabajo para poder ver al pequeño que estaba poniendo en jaque su relación de varios años.

Si no fuera porque Lucas estaba tan emocionado y rebatía todas sus excusas como si tuviera un doctorado en Derecho, probablemente ya hubiera huido a su oficina.

Suena raro no querer tener o siquiera querer un pequeño, pues literalmente de eso se trataba este lugar del que era presidente.

No por elección sino por influencias de su padre, él había formado este lugar por todas las personas que vio irse por el mal camino en su largo trayecto como policía, luego se volvió político para conseguirlo, aunque en el fondo cree que solo fue para cumplir alguna clase de fetiche suyo.

Como buen hijo de policía descarriado, con antecedentes de alcoholismo y uno que otro delito menor, con un viaje o puede que dos a rehabilitación.

Sin duda no tenía rumbo en su vida, para su suerte su padre no se rindió con él,  le habló de lo maravilloso del mundo de la política, lo acompañó y apoyó en un par de candidaturas, cuando fue electo, propuso su idea al parlamento y tras ser aceptada la construcción de la villa que casualmente culminó justo cuando concluyó su periodo de gobierno, su padre fue asignado como director de la Vila Jubilo, en donde fue su asistente desde el inicio, adquirió experiencia sobre todo lo burocrático y el funcionamiento general, luego ya cuando su padre tuvo problemas cardiacos decidió retirarse, dejándolo al mando de la villa.

El jamás se vio interesado en el mundo abdl, se le hacía extraño y luego empezó a verlo normal con el paso del tiempo, pero nunca pensó en tener uno propio, casi renuncia al mes de trabajar con su padre sino fuera porque llegó un sexy psicólogo a mejorar su mundo.

-¿Estás listo?- preguntó Lucas desde la cocina en donde empacaba unos cuantos bocadillos en una lonchera.

-Sí, pero esta corbata...- dijo mientras trataba de anudarla correctamente pero sus manos parecían no querer cooperar.

-Siempre es lo mismo cuando estás nervioso- dijo Lucas sonriéndole con ternura y ayudándolo con la corbata- ya estás listo, no estés asustado, estoy seguro le caerás muy bien a Rodri- dijo dándole un beso profundo.

-Gracias- le dijo apenas culminado el beso.

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Mateo llegó al centro después de escuchar a Lucas hablar sobre Rodrigo y todo lo importante respecto a él durante todo el trayecto.

Contrario a sus visitas anteriores, Lucas tuvo que soportar como algunos de los empleados se acercaban a lamerle los pies a su novio.

Todo fue más rápido que de costumbre, no hubo problemas con traer a Rodrigo junto a ellos e  incluso les dieron una sala privada para que estén solos con Rodrigo.

Rodrigo apenas lo vio sonrió pero cuando su vista se posó en Mateo, se lanzó a brazos de Lucas para sorpresa del mismo.

-Rodri, quiero que conozcas a alguien- dijo Lucas captando la atención del pequeño-el es mi novio Mateo- Lucas había escuchado de amor a primera vista, pero era la primera vez que veía la rivalidad a primer vistazo. Rodrigo apenas vio a Mateo lo fulminó con la mirada.

Como buen hombre competitivo, a Mateo no se le ocurrió otra cosa que devolverle la mirada fulminante, asustando un poco al pequeño quien no pudo sostener la mirada y hundió su cara en el cuerpo de Lucas, para molestia de Mateo.

-Mateo, relaja tu rostro, eso trae arrugas y asustas a Rodri- dijo mientras se sentaba en el sofá para acto seguido impresionarse y alegrarse de igual manera al ver que Rodri se sentaba en sus piernas, para gran molestia de Mateo.

Villa Júbilo (ABDL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora