CAPÍTULO 5: MUCHO MÁS CERCA

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Su respiración era agitada, posiblemente había superado su límite hace mucho, pero no podía detenerse, no quería hacerlo. Sentía que aún podía seguir, que podía ir más allá y después de la última carta de Sasuke, que le decía que regresaría una semana antes de lo prometido su entusiasmo por entrenar no había hecho más que aumentar.

Quería verlo.

Tsunade la observó orgullosa en silencio, había notado un pequeño cambio en Hinata desde hace un tiempo. No solo por su petición para que se convirtiera en su mentora, sino en su propio actuar. Aún era la chica dulce y amable que conocía de su tiempo como Hokage, pero estaba cambiada. Estaba segura de que no era solo por la guerra, había algo más que había hecho que la chica cambiara de esa manera.

Era cierto que al principio no la había querido tomar como una aprendiz, sentía que le faltaba fuerza para seguir al pie de la letra su entrenamiento, temía que se lastimara. Por eso, cada vez que había venido a pedírselo se había negado.

Pero la chica le demostró cuan equivocada se encontraba, no había nadie más disciplinada que Hinata y lo descubrió cuando no se rindió a pesar de todas sus negativas, incluso pasó con creces duras pruebas que ella creyó que no pasaría.

Siempre entrenaba más allá de sus límites, no entendía como era posible que antes la hubiera visto como alguien sin determinación, ahora se sentía avergonzada de los que en algún momento fueron sus pensamientos.

—Aún puedes expulsar más chakra, aumenta tu flujo—dijo Tsunade, recibiendo un "Hai" por parte de Hinata.

Tal vez aún no sabía el porqué de cambio, pero le alegraba, ya que aquello la había hecho desvelar su verdadero potencial. Tal vez esto era algo que nunca diría en voz alta, ya que no quería ser descortés con sus demás aprendices. Pero posiblemente Hinata era la persona con más potencial a la que estaba entrenando desde Naruto, era un verdadero diamante en bruto.

Además, añadiendo su Byakugan, su técnica como médico ninja no tendría igual, incluso podría superarla a ella con mucha facilidad.

Shizune también sonreía encantada, Hinata siempre le había parecido una chica con mucho potencial a la que nunca se le daba el reconocimiento que merecía, le alegraba que al final su maestra hubiera visto más allá de lo que podía ver y aceptara entrenarla.

—¡Creo que es momento de un descanso! —dijo Shizune trayendo tres tazas de té.

Hinata paró, si Shizune decía que debían descansar era porque se había excedido más de la cuenta, sino la chica jamás se metía.

—Es delicioso—dijo Hinata disfrutando del aroma del té. —La próxima vez traeré algunos postres para acompañarlos.

Los ojos de las dos mujeres se volvieron estrellas, adoraban la cocina de Hinata. Pero sabían que debían controlarse, los postres que hacían la chica eran tan ricos que si no iban con cuidado acabarían con varios kilos encima, hace unos meses atrás ya les había pasado.

Las tres disfrutaron un poco más del té y luego Hinata se marchó, sentía que tenía que hacer algo antes de que Sasuke regresara.

Cuando llegó a casa no podía evitar tararear, se sentía tan feliz desde que Garuda le había dado la noticia, pronto volvería a ver a Sasuke. Tenía que entrenar más duro para que cuando el chico regresara le mostrara sus progresos.

—Sasuke-kun—dijo con tono risueño.

oOoOoOoOo

Nunca había sido muy perspicaz con todo el tema de los sentimientos y no sabía si estaba haciéndolo bien acercándose de esa manera a Hinata. Después de todo en su vida solo había intentado conquistar a Sakura y aquello no había acabado del todo bien. Pero no quería repetir sus errores del pasado, no quería que las cosas terminaran del mismo modo con Hinata.

Con ella era distinto a lo que alguna vez había sentido por Sakura, no lo podía expresar en palabras, pero ahora que era consciente de la chica había descubierto nuevas partes de ella que lo habían encandilado por completo. Jamás se había detenido a mirarla correctamente, pero ahora que lo había hecho solo encontraba virtudes en ella, además de una extrema belleza.

Pero es que realmente debía haber estado ciego para ignorar tanto a la chica.

Hinata tenía la sonrisa más hermosa del mundo, era dulce y cálida, le hacía sentir mariposas cada vez que veía esa expresión en su rostro. Cuando entraba a algún lugar era como si un halo de luz la envolviera y se cegara frente su presencia. Su piel era tan blanca y sueve que hasta la porcelana de la más alta calidad se sentiría avergonzada frente a ella, sí era un muy buena kunoichi y entrenaba muy duro, pero la textura de su piel le producía varias descargas eléctricas con ese fino tacto. Sus labios también eran un deleite para sus ojos, de un color coral que lo volvía loco, había veces en que se debía concentrar el doble para no mirarlos todo el rato. Y ni hablar de sus maravillosos ojos perlas con toques lilas, porque podía tener los ojos blancos del clan Hyuga, pero los de ella sencillamente eran diferentes, tenía un brillo especial en los que a veces le encantaba perderse.

Pero no era solo el aspecto lo que la hacía maravillosa a los ojos de Naruto. Lo único que podía superar a su belleza era su personalidad.

Hinata era un ángel encarnado, un ser de luz que había bajado de los cielos.

Jamás había sido lo suficientemente consiente de ella como para fijarse en su comportamiento, pero ahora que la miraba de verdad se daba cuenta de lo atenta que era con los demás, los ayudaba incluso si no se lo pedían y anteponía a otros incluso ante sí misma. Además de ser una persona con un espíritu inquebrantable y confiable, sin ella posiblemente en la guerra se habría perdido.

De verdad que se sentía tan tonto por no haberla visto, puede que aún se sintiera algo confundido, pero ahora podía decir que le gustaba.

El problema estaba en que no sabía qué hacer para acercarse más, porque ahora solo eran dos amigos.

¿Debía pedirle una cita? ¿O tal vez sorprenderla sería más efectivo?

Aun no estaba seguro de que paso dar con ella, sentía que si hacía algo mal podría alejarla y aquello era lo último que quería.

Notas de la autora: Bueno sé que en este cap no ha pasado mucho, pero hay que ponernos en contexto, además quería que supieran pequeñas cosas sobre el entrenamiento de Hina. 

Muchas gracias por todo.

Ya nos leemos.

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