Los días habían pasado desde la intensa confesión de Naruto, pero Hinata aún no lograba aclarar sus sentimientos ni encontrar una respuesta. El enfrentamiento con Sasuke, aunque breve, la había dejado con una sensación de vacío, como si algo crucial hubiera quedado inconcluso y solo había hecho que se sintiera peor. Antes todo había sido más fácil, no entendía como las cosas habían cambiado tanto.
El aire en Konoha había cambiado. Lo que antes parecía una tarde tranquila, se tornó en un caos silencioso. El cielo, teñido de un oscuro violeta, comenzaba a ser invadido por fragmentos incandescentes que caían del cielo. Sasuke, que había salido a las afuera de la aldea lo observaba todo en silencio, su mirada fija en las anomalías del cielo. La luna, que debería estar en su órbita habitual, parecía más cerca y amenazante de lo que había visto nunca.
—Esto no es normal —murmuró para sí mismo, apretando su puño, sus pensamientos corriendo en diferentes direcciones. Era evidente que no se trataba de un simple fenómeno natural. Algo o alguien estaba detrás de esta perturbación y su instinto le decía que algo ocurría.
Antes de poder decidir su siguiente movimiento, escuchó una voz conocida que lo llamaba.
—¡Uchiha-san! —gritó Hinata mientras corría hacia él, su Byakugan activado.
—Hyuga —Sasuke no mostró sorpresa, pero su rostro se endureció al verla, después de su charla en el lago la había estado evitando y ella tampoco lo había buscado, no había vuelto a hablar de ese día y ahora volvía a reunirse.
Hinata aun no sabía que cara mostrarle, estaba confundida, pero el posible peligro al que se enfrentaban la hacía pensar con frialdad, antes que todo era una shinobi, así que tenía que actuar con profesionalidad.
—A-algo está mal —dijo ella, su voz tranquila pero tensa—. Puedo ver fragmentos que vienen de la luna, no parecen meteoritos comunes.
Sasuke se acercó, sabiendo que tenía razón, algo no estaba bien.
—Esto no es un ataque cualquiera —respondió—. Algo o alguien está detrás de esto. Tenemos que averiguar qué está pasando.
Mientras Hinata asentía, ambos se dirigieron al cuartel general de la aldea. Sin embargo, lo que no sabían era que estaban a punto de verso atrapados en un conflicto mucho más grande de lo que imaginaban.
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Hiashi miró al hombre parado frente a él, su pelo blanco se mecía ligeramente con la brisa del invierno y su rostro era serio, como si llevara una máscara. Estaban en un lugar apartado y estaba rodeado de sus hombres, pero no podía tomar a la ligera al desconocido.
Él no pensaba obedecer a nadie y mucho menos a alguien como él. Si guerra era lo que quería su clan se lo daría, protegería a los suyos.
—Esto es un decreto divino, un decreto divino para el clan Hyuga. Te preguntaré una vez más. Respóndeme Hyuga Hiashi. Tu respuesta decidirá el futuro de tu clan —dijo con una voz suave pero ligeramente intimidante.
El hombre sonrió, jamás le haría caso a un loco que se quería llevar a su hija, primero muerto.
—Esta es la respuesta de los Hyuga—dice él para luego atacarlo.
—Tonto —dijo con molestia.
Aquel hombre no era como otro que hubiera enfrentado, poco a poco su equipo fue cayendo uno a uno, atacados por marionetas. Luchó hasta su último aliento, antes de caer inconsciente, rogando porque sus hijas estuvieran a salvo.
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Naruto estaba impaciente, sabía que necesitaba darle un tiempo a Hinata, que su confesión había sido repentina, pero ese malestar en su pecho no lo dejaba tranquilo. Era tarde, pero había salido de la aldea para despejar su mente, cuando una débil presencia llamó su atención.
Se apresuró a ir donde una ligera de onda de chakra oscilaba, como si intentara llamar la atención. Cuando llegó se encontró con un desconcertante escenario. Hiashi Hyuga y lo que posiblemente eran varios miembros del clan Hyuga se encontraban tirados en el suelo, bastante heridos.
—¡¿Qué ha ocurrido?! —dijo Naruto acercando a Hiashi.
—Mis hijas —fue lo único que pudo murmuran antes de caer inconsciente.
Naruto sintió cómo el corazón le daba un vuelco al escuchar las palabras de Hiashi. ¿Qué había pasado con Hinata y Hanabi? La situación parecía más grave de lo que había imaginado, y el nerviosismo lo embargó mientras miraba alrededor, tratando de evaluar el estado de los otros Hyuga caídos en el suelo. Era evidente que habían sido atacados por una fuerza desconocida.
Con rapidez, Naruto envió una señal con su chakra para que otros shinobi acudieran en su ayuda. Sabía que no podía quedarse allí esperando a que los refuerzos llegaran. Tenía que encontrar a Hinata y Hanabi, y rápido.
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Era de noche en la mansión Hyuga, y el silencio envolvía los pasillos. Hanabi se encontraba en su habitación, revisando un pergamino cuando sintió una extraña perturbación en el chakra a su alrededor. La joven Hyuga se puso en alerta, activando de inmediato su Byakugan.
Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar, una figura imponente apareció en la entrada de su habitación. Su presencia llenaba el espacio con una frialdad inquietante, y su mirada estaba fija en ella.
—Hanabi Hyuga —murmuró el desconocido, su voz como un eco en el silencio de la mansión—. Eres la elegida, necesito tus ojos.
Hanabi adoptó una postura defensiva, pero en el mismo instante, Toneri extendió su mano, lanzando una onda de chakra invisible que la envolvió. La chica intentó liberarse, pero la presión en su cuerpo era abrumadora; no podía mover ni un músculo.
—¡Suéltame! —exclamó Hanabi, su voz apenas un susurro.
Toneri la miró sin emoción alguna, y con un leve movimiento de su mano, envolvió a Hanabi en una esfera de energía que bloqueó por completo su chakra. Sin decir más, se dio la vuelta, llevándola consigo como si se tratara de un delicado trofeo.
Antes de que los guardias o cualquier otro Hyuga pudiera reaccionar, Toneri solo desapareció en un destello de luz, dejando en la mansión un rastro efímero de su chakra
Notas de la autora: Una semana más por aquí y con un nuevo cap. Este me ha gustado bastante, disfruté mucho de escribirlo. Puede que fuera algo abrupto la introducción a la siguiente trama de la historia, pero de aquí en adelante las cosas se pondrán más interesantes.
Muchas gracias por todo, espero algún comentario.
Ya nos leemos.
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La carta
RomanceHinata hace un tiempo escribió una carta para Naruto que nunca le llegó a dar, pero acaba en manos del chico por Hanabi. Ella creía que le estaba haciendo un favor a su hermana, pero solo había complicado las cosas y ahora Hinata se verá en una enc...