capitulo 3

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–– ¿Megan Adler?  –– pregunta

–– Si  –– respondo cortante, pues no es que no quiera trabajar aquí si no que me da miedito que descubra o mejor dicho que ya sepa que tengo un IQ de 190, pues las personas que se han enterado de esa cosita se terminan alejando de mi así que he creado una regla de no encariñarme con las personas que me rodean pues he descubierto que así es mejor.

–– Ok, yo soy el agente Aarón Hotchner y yo seré tu jefe, aquí soy un agente especial de supervisión y el jefe de la unidad de Análisis de Conducta del FBI, O más corto UAC.

–– Y cuál sería mi lugar de trabajo aquí Aarón  –– preguntó está vez yo

–– Por favor dime Hotch todos aquí me dicen así, no te preocupes además eres mi sobrina no se porque haces todo esto de la presentación  –– dice esta vez con una pequeña risa acompañada por el penoso momento. 

–– Si lo sé, pero me gustaría ser formal porque tú... me imagino que no sabes lo de mi IQ verdad?  –– preguntó está vez con un miedo indudable a su respuesta.

Pero sin en cambio recibo una risa sonora departe de el, no sabía con exactitud si debía enojarme o salir corriendo

Salir corriendo suena tentador en este momento

¿Verdad?

–– Megan créeme que tú "IQ" es lo de menos aquí  –– hablo haciendo énfasis en esa palabra la que me hizo creer que lo sabía todo.

<<Mentiras y más mentiras esa era mi vida. >>

Spencer O'Connell

Todos vemos cómo una chica con el cuerpo creado por los mismísimos dioses entra y se dirige a la oficina de Hotch, se preguntarán como era y dios de solo pensar en esa chica me caliento, tenía el cabello castaño con unas cuantas mechas de rubio platinado que le sentaban muy bien a decir verdad vestía unos pantalones de mezclilla y una blusa con mangas bombacha de color blanco y unas botas que uffff la hacían ver de los dioses y no es que sea de las personas que cuando entra una persona a un lugar lo primero que le ve es la ropa o el físico, pero esa chica hacia que fuera inevitable verla.

Camino con el mentón en alto, una mirada fría como la nieve, su cabello se contorneaba al movimiento de sus caderas.

Y en estos momentos quisiera ser yo el jefe para poder apreciar a
semejante mujer y decirle cual será su puesto de trabajo.

Ya han pasado 30 minutos y no los veo salir.

30 minutos

30 malditos minutos

Y no es que sea un acosador o algo parecido pero hay algo en esa mujer que me atrae a ella.

¿Será su perfume? Creó que era Chanel.

¿La forma en que viste? No creo.

¿Su cabello? Sin duda alguna no... Ya había visto demasiados cabellos así como para enamorarme de el de ella... y no.

No es posible.

Y si tal vez solo es alguien en busca de ayuda? Tal vez me la pueda liar! Si eso are en cuanto salga de esa oficina le sacaré charla.

Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta que ya habían salido y ahora mismo estaban parados a media sala y todos tenían la vista en ella cuando Hotch hablo.

–– Ella es nueva en el equipo,  la contrato el buró para que nos ayude en este caso –– dijo Hotch con un semblante serio –– Ella es una de las sobrevivientes de los tantos secuestros de la mafia Rusa, a Megan Adler la secuestraron por tener un IQ de más de 190, Megan fue secuestrada a los diecisiete años  –– dijo serio, dudando si seguir hablando o quedarse callado –– y en esta misión nos ayudará con su conocimiento sobre la Mafia Rusa, ella es la única que sabe con exactitud como se mueven y por donde.

El fuego de la mafia:el despertar del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora