Capitulo 12

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Megan Adler

-Quiero que la conviertan en toda una reina – Ordenó Jessica a los empleados del Salón de belleza a los que les había pagado para que llegarán a la mansión  – Ya es todo una reina pero quiero que la empoderen aun más, que cuando los hombres la vean babeen por mi hermana ¿Entendido? – pregunto a lo que todos asintieron – Hermanita entre que te van a poner más perra de lo que ya estás – chillo emocionada

-Jess sabes que todo esto no es necesario – conteste

-¿Pero que tiene de malo? Además así vas a poder bajar de sus aires de grandeza a la zorra que tiene por mujer papá, tú sabes que se cree la última flor del jardín cuando de flor no tiene nada -dijo con rabia en sus palabras

-¡Tienes razón!  Alguien tiene que bajarle sus humos a la zorra esa, y quien mejor que la Alpha Rusa – conteste usando el nombre que me engrandecía de cierta manera

-Vamos entra que luego me tienen que poner perra a mi – ordenó dándome una nalgada haciendo que pegará un brinco por la sorpresa

-Ey! Me las pagarás – avisé

-Si claro, entra ya! – chillo

Hoy en la noche era la fiesta a la que me habían invitado los O’Connell me sentía un poco nerviosa pues tendría cara a cara al padre del Diablo italiano, hablaríamos de negocios y más pero tenía que mantener la mente clara para no equivocarme, Spencer porfin había regresado a New York ayer en la noche.

-Flashback-

-Y… ¿cuando te vas? – me animé a preguntar por primera vez en todo el trayecto que llevamos caminando en silencio

-Mañana por la noche pasaré un día más aquí en Italia y luego regresaré – contestó – y tú ¿cuando piensas regresar?

-Solo debo arreglar unas cosas aquí con mi hermana y llevarla devuelta a Rusia… Tal vez en dos días este de vuelta – respondí nerviosa

-Megan tú sabes que yo tengo que ir a Rusia al acabar esta semana por lo de la misión y me gustaría que pasáramos tiempo juntos que nos conociéramos un poco incluso si te parece en mis tiempos libres podemos hacer llamadas… ¿No sé qué opinas? – pregunto mientras seguíamos caminando por las calles de Italia sin rumbo  aparente

-Spencer yo… no sé si esto funcione – respondí

-Te prometo que haré que funcione, no te defraudaras y mucho menos perderás tu tiempo… Hagamos una apuesta para hacerlo más interesante

-Que tipo de apuesta – pregunté ansiosa esperando que no fuera lo que estuviera pensando

-Si uno de los dos se enamora primero y el otro en ese momento no siente nada por el, el que se enamore tendrá que darle al otro 5 millones ¿Qué te parece? – pregunto Spencer esperando una respuesta positiva

-Esta bien acepto la apuesta que gane el mejor – Conteste extendiéndole la mano con la intención de cerrar la apuesta con un apretón de manos
Pero Spencer no correspondió, sin embargo me toma por sorpresa cuando posiciona  mi mano y en su hombro colocándose enfrente de mi y tomándome del cuello para acercar nuestros labios, me quedo helada y no le correspondo el beso haciendo que se separe de mi.

El fuego de la mafia:el despertar del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora