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Despertó de golpe, desconcertado. Tardó segundos en recordar que estaba en el hospital, había sido un sueño, una pesadilla. Una horrible pesadilla. Su mirada chocó directamente con la de Sujk quien lo miraba con una ceja alzada, sintió un incontrolable calor atravesar sus mejillas y desvió la vista.

¿Cuánto llevaban en el hospital? Tres horas, tal vez.
Los doctores le explicaron que su padre llegó con un infarto al miocardio, por la gravedad del asunto tuvieron que practicarle una angioplastia, le explicaron el proceso, pero Bill no recordaba en qué consistía, lo único que le importaba era que su padre estuviera bien.

Gustav y Andreas habían llegado antes que ellos, pero los doctores no le habían explicado nada a su primo, esperaron a que Bill llegara, lo que tenía a Andreas mas enojado que de costumbre.

Odiaba estar ahí, con Andreas mirándolo con sorna, sonriendo como un verdadero estúpido al verlo después de más de un año, en silla de ruedas, pero no había nada que pudiera hacer, tenía que estar ahí para su padre aun si él no hubiera estado cuando Bill estuvo en el hospital.

Fue después de dos horas más de espera y sin pronunciar palabra los unos con los otros que el doctor salió con noticias. Su padre no había sobrevivido la cirugía, había muerto quince minutos antes.

Instantáneamente Bill se llevó la mano a la boca para ahogar un sollozo, dejó de escuchar las preguntas de Andreas al doctor, dejó de escuchar todo a su alrededor. Tal vez si estuviera de pie hubiera desfallecido, se sintió tan débil de pronto, sintió que Sujk lo llamaba pero no respondió.

No había sido un buen padre, pero era su padre después de todo. No había hablado con él en más de un año y ahora no hablaría con él jamás, se sintió tan pequeño, como un niño perdido sin saber qué hacer. Que vanas le sonaban las peleas que a lo largo de su vida tuvo con ese hombre, comparadas con que ahora no volvería a verlo. Había perdido a su madre cuando apenas era un niño, y ese día también había perdido a su padre; no tenía hermanos y Andreas había dejado de ser considerado su primo desde hacía bastante tiempo. Oficialmente se había quedado sin familia, sin nada. Solo.

Fue recobrando sentidos cuando vio a Andreas dejarse caer en una de las sillas de la sala de espera, Gustav trató de abrazarlo pero este se negó, suspiró y miró a Bill con seriedad, no lloraba, ni siquiera parecía tan afectado como él.

-Pueden entrar a verlo si lo desean. Siento mucho su pérdida-

-¿Quieres pasar?- le dijo Sujk al oído. Bill sólo atinó a asentir y su enfermero dirigió la silla de ruedas.

Andreas no dijo nada, no se atrevía, no quería pasar a ver a su tío. Sentía un vacío en el estomago, pero no era dolor, sentía un poco sí, pero por dentro estaba muy feliz. No que se alegrara de la muerte de alguien, pero las cosas no podrían haber salido mejor, la vida parecía acomodarse de una manera perfecta.

-X-

LOS ANGELES

El viaje había resultado todo, menos divertido para Leda. Tom se la vivía encerrado en el departamento que habían rentado, veía libros, revisaba miles de sitios de finanzas de los que Leda no entendía un carajo y se la pasaba frente a la computadora haciendo quién sabe qué cosa.

Y ahí se encontraba, comiendo solo en una pequeña cafetería como la suya, había escuchado que el café de los angeles era el mejor y lo había comprobado; pero de nuevo Tom no estaba ahí.

-Estúpido Tom, te detesto-

-X-

"Por lo tanto dejo todos mis bienes, fortuna y control total de mi empresa a mi hijo Bill Trumper. Mi hijo podrá hacer uso de todo esto, siempre y cuando la empresa no sea vendida y mi sobrino Andreas sea vicepresidente y asesor de esta" terminó de leer Gustav

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