El dia de la rosa.

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Despeté, temprano para alistar las cosas necesarias para ir a Idris a visitar a mi familia y asistir a la celebración del dia de la Rosa y conmemoración a la reina, suspiro pensando en mi madre.

Termino de empacar y voy directo a arreglarme lo más rápido posible, la nave llegó hace unos minutos así que encanto termino salgo a pasos rápidos de la habitación encontrándome con Flora y Tecna que también van de salida, juntas nos dirigimos a las puertas de Alfea y nos despedimos ya que un grupo de guardias me esperaba para escoltarme a la nave y llevarme de manera segura hasta Idris.

-Capitan- digo a forma de saludo hacia el hombre parado frente a mi.

-Princesa- dice inclinándose en una reverencia- siempre es un gusto verla- dice y sonrió acercándome para abrazarlo.

Este hombre se encarga de mi seguridad y la de toda mi familia desde que tengo memoria, es el mejor amigo de mi padre y fue su escudero antes de aceptar el puesto como general de la guardia real, es quien  nos entrenó a mi hermano y a mi cuando eramos niños, es el hombre más leal que conozco, y si no fuera porque me gusta su hijo, me atrevería a decir que es cómo mi segundo padre.

-Me alegra mucho verte, Garren- le digo al hombre que corresponde mi abrazo con alegria.

-Mi pequeña guerrera, ¿como has estado? - me dice al soltarnos del abrazo- escuché que estás teniendo un año muy movido- comenta con con burla.

-Ni que lo digas, pero no ha ido tan mal- digo repasando todo lo sucedido desde el inicio de clases- al menos se ha mantenido interesante.

-Me alegra oirlo, casí lo olvido, te envian saludos - dice y gira a verme con una sonrisa- es hora de partir Princecita, no podemos permitirnos llegar tarde- me indica que me siente.

Me siento y abrocho mi cinturón algo sonrojada, los guardias no pierden tiempo en tomar vuelo, pienso en lo que haremos este año.

Aunque mi madre no esté con nosotros en estas fechas papá se encarga de que celebremos el día como tributo a ella y su recuerdo, se celebra un festival en la ciudad y la familia real hace un homenaje a la reina, eso es lo que dice el protocolo, sin embargo luego de cumplir con la agenda oficial vamos al invernadero que pertenecía a mamá donde mi padre puso una escultura en cristal de ella y le dejamos una única flor, es lo que hacemos cada año, hay una flor por cada año sin ella, es triste y hermoso a su manera, este año serán dieciséis rosas.

Salgo de mis pensamientos cuando uno de los guardias me avisa que ya vamos a aterrizar, me pongo el cinturón y acomodo mi asiento y al ya estar en tierra los guardias salen y se forman creando un pasillo para que yo salga siendo guiada por el capitán, que me anuncia.

Apenas salgo veo a mi padre junto a mi hermano esperándome.

-Un placer saludarlos, majestad- digo reverenciando a mi padre para seguir con mi hermano como dicta la etiqueta- Príncipe.

-El placer es nuestro, princesa- saluda mi padre de igual forma y entramos al castillo.

Y ya estando dentro mi hermano no tarda y me envuelve en sus brazos en un saludo cariñoso y cálido, veo a papá que nos sonríe y se acerca revolviendo mi cabello a lo que sonrió en grande, amo estar con mi familia, no me había dado cuenta cuanto los he estado extrañando hasta este momento.

-¿Cómo has estado hermanita? Cuéntame todo y no olvides ningún detalle- dice mi hermano guiándome a el comedor.

-Orion, deja a tu hermana llegar, luego le preguntas todo lo que gustes- dice mi padre sentándose en la mesa- primero deben desayunar.

Ambos nos Miramos y le sonreimos sentándonos cada uno a in lado de él, quedando uno frente al otro, no tardan en traer el desayuno que como todos los días de  la rosa es el favorito de mamá, tostadas con ricotta, tomates cherry al balsámico y pesto de rúcula acompañado con café, jugo de naranja y una porción de frutas.

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