Capítulo 32.

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Este capítulo tiene un poco de contenido sexual (I think) solo la parte de Gwen, así que pueden (sino quieren leer eso) seguir leyendo después de eso😛

Gwen.

-Abre los malditos ojos Gwen -amenazó molesto-. Ábrelos sino quieres que le mande la cabeza de su hija a Clarisse, tú triste madre.

Por unos segundos, solo escuche su pesada respiración, esperando que abriera mis ojos. Pero no lo hice, no podía.
Hasta que lo sentí encima de mí.
Comenzó a besar mi cuello de manera desesperada mientras deslizaba mis shorts por mis piernas, al igual que la ancha camisa que vestía por mis brazos, dejándome solo en mi ropa interior.
Paso sus manos por mi plano vientre y lo empuje, cerrando las piernas.

-Mala idea -murmuro con voz ronca.

Se alejó de mi varios segundos en los que comencé a llorar, escuche como deslizaba su pantalón por sus piernas, hasta caer al suelo.

Volvió a su antigua posición, encima de mi, separando mis piernas con su rodilla y colocándose en medio de éstas. Comencé a arañarlo en los brazos hasta que gruño y atrapó mis manos, colocándolas encima de mi cabeza.

-Detente ya, por favor -sollocé-. ¡Por favor!

Él me ignoro por completo y continuo besando mi cuello, dejando marcas en el. Sus manos seguían sosteniendo las mías -que no dejaban de moverse- por encima de mi cabeza. Sus caderas seguían rozándose con las mías una y otra vez, aunque tratara de cerrar mis piernas no podía, él se había metido entre ellas.
Sus labios subieron lentamente por mi barbilla, hasta mis labios. Cerré los ojos con mas fuerza y sollocé entre sus labios, él aprovecho esa oportunidad y me beso con fuerza, mordiendo mis labios. Lo sentí sonreír.
Continuo frotándose contra mí, y segundos, quizás minutos después, lo escuche gemir con fuerza.

-Eres increíble, Gwen -murmuro besando mi frente-. Te amo.

Se paro de la cama y lo sentí abrir la puerta.
-Volveré pronto amor -susurro-. No me esperes despierta. -El azote que dio la puerta al cerrarse me hizo abrir los ojos.

Las lágrimas continuaron saliendo por mucho tiempo o tal vez no -pero ya no era consciente del tiempo a mi alrededor-, hasta que ya no pude más. Las lágrimas ya no salían, estaba seca de tanto llorar.

Continúe mirando fijamente al techo, sin moverme, sin vestirme. Sin hacer nada.

Me estaba rindiendo y lo sabía.
Habían acabado con todas mis fuerzas, con mis ganas de seguir luchando. Ese maldito había acabado con mis ganas de seguir luchando, de seguir viviendo.

"No te rindas Gwen" La voz de Harry inundo mi cabeza, y comencé a reír histéricamente mientras una lágrima caía por uno de mis ojos. La limpie con dureza y negué.

-Ayúdame Harry -susurré-. Ayúdame.

Harry.

Que estúpido había sido el guardia que me cuidaba al dejarme salir, ¿cómo no pudo notar que era yo quien salía? Solo estaba vestido de enfermero. Además de que cojeaba.

Continúe caminando entre las calles, esperando que nadie me reconociera o se me acercara, con cada paso necesitaba apoyarme en diferentes cosas para evitar pisar con mi pie lastimado, dolía como la mierda. Pero tenía que seguir avanzando.

Tenía que llegar a Gwen.

Camine hacia un teléfono público, y después de pedir varias monedas, realice una llamada.

-¿Hola? -contesto una temblorosa voz al otro lado de la línea-. ¿Quién habla?

-Julie -susurre segundos después-, soy Harry.

-¿Qué hiciste idiota? ¡Estas lastimado! -hablo histérica, yo solo rodé los ojos-. Lo siento, es solo que me preocupas, tenía mucho miedo de que algo te pasara.

-Lo sé, por eso te hablo a ti -dije-. Necesito que me ayudes Julie, necesito encontrar a Gwen.

Ella suspiro al otro lado de la línea.
-Escúchame Julie, no tengo mucho tiempo, iré a tu casa pero nadie, absolutamente nadie, debe enterarse -la escuche murmurar un "Okay", y continúe hablando-. Creo que se donde está.

Asentí con la mirada perdida y medio sonreí. Por fin iba a salvar a Gwen.
Por fin estaríamos juntos, sin nadie de por medio.

Nicole.

Escuche la puerta de mi habitación abrirse y cerré los ojos, no quería hablar con mi madre, no por ahora, al menos.

-¿Nik? ¿Estás despierta? -la voz de mi hermano salió como un susurro-. ¿Nicole?

Asentí y suspire. -Sí, adelante.

Christian entro por completo y camino hacia mi cama, se sentó en ella y me miro con sus ojos claros. Le sostuve la mirada antes de sentir las lágrimas inundar mis ojos.

Él asintió y me hizo una seña para que fuera a sus brazos, me abalance contra él y llore fuertemente.

-La extraño -susurre segundos después, cuando ya estaba más calmada-. Era... Es mi mejor amiga y mi hermana.

-Yo también la extraño, y la amo -murmuro con voz ronca-. Pero no podemos dejar que esto consuma nuestras vidas, tenemos que salir adelante, ella no querría verte así.

-¿Por qué estás haciendo esto, Christian? ¿Por qué te estas rindiendo?

-¡No me estoy rindiendo! ¡Estoy siendo realista! La policía no nos ha dado alguna maldita pista sobre ella. Nuestra única esperanza era Harry, y él desapareció. ¿Qué más esperas Nicole? ¿Un milagro? Porque esto no es una historia donde todo se soluciona con desearlo fuertemente. -hablo fuertemente y con cada palabra aplasto mi corazón. Sabía que todo lo que estaba diciendo era verdad, vaya que lo sabía. Pero yo no quería rendirme.- No habrá un milagro, Nik -dijo, suavizando su tono de voz-. Tenemos que dejarla ir.

Pero yo no quiero dejarla ir.

-Mi última esperanza se acabara cuando hable con Harry.

Christian sonrió falsamente mientras respiraba, tratando de calmarse.
-Harry parece estar en todos lados, ¿qué acaso no habrá un maldito día en que no escuche su maldito nombre? -grito enojado, parándose de la cama. Su rostro estaba rojo de rabia y golpeo la pared en un intento de liberarse de ella. -¿Por qué nadie ve que ese idiota esta fingiendo? ¿Por qué habría de escaparse sino es él el culpable?

-¡Él la esta buscando! -grite enojada-. ¿En cambio tú que estás haciendo?

-¿Cómo sabes qué él no mando golpearse para evitar sospechas y que estúpidos como tú lo crean inocente? ¡Por favor Nicole!

-¡Estuvo a punto de morir! ¿Quién fingiría eso para quedarse con ella? ¡Nadie! Y más, si sabes que no lo necesitas, que ella ya esta enamorada de ti.

No me di cuenta cuando había comenzado a gritar tan fuertemente, hasta que mi madre apareció por la puerta con un gesto asustado mientras nos miraba.
La cara de Christian se descompuso totalmente cuando reaccionó a mis palabras.

-Váyanse los dos de mi cuarto -dije con voz dura, ignorando las reacciones de Christian y mi madre-. ¡Que se larguen! ¿No me escuchan? ¡Váyanse!

Christian inhalo fuertemente y camino hacia la puerta dando pisadas fuertes, pasó aun lado de mi madre, ignorándola, y salió. Ella trato de acercarse a mí y negué.

-No te me acerques -susurré-. Déjame sola.

Estaba harta de esta situación, ellos no lo entendían. Pero había una persona que seguramente lo hacía mejor que nadie.

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¡Perdonen los guiones cortos! Pero cuando subo desde mi iPod se ponen así😩 Y me daba mucha flojera usar mi laptop (para corregir), pero quería subir, así que aquí estoy😏

Fear. (Secuestrada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora