Capítulo 10

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Efectivamente, ahí estaba Bobby. Tenía miedo de pestañear y que desapareciera de su vista, como si se tratara de un sueño. Pero era real, tan real como el abrazo que le estaba dando en esos momentos acompañado de un tímido beso.

— ¿Podrás perdonarme?—preguntó Bobby en voz baja.

Bill asintió con la cabeza, en esos momentos le necesitaba más que nunca.

—Os dejo a solas para que habléis—dijo Simone emocionada.

Hacía varios minutos que habían llamado a la puerta y al ver quien era casi se echó a llorar de alegría. Sabía que a su hijo pequeño las cosas no le iban a salir siempre mal, y que Bobby con el tiempo recapacitaría.

—Lo siento mucho Bill—dijo Bobby cogiéndole de las manos—He sido un estúpido al tratarte así, dije y pensé cosas horribles sin darme cuenta de lo mucho por lo que has pasado y sufrido.

—Debí contártelo mucho antes—intervino Bill—Eres lo más importante en mi vida y...

—Jeremy lo es—le corrigió sonriendo Bobby—Y lo entiendo. ¿Ya se lo has dicho?

—No—contestó Bill suspirando—Las cosas están mal entre los dos, no sé que le he podido hacer para que me hable y trate de esa manera. Y por lo que me han contado mis padres está muy rebelde, falta a clase y...ayer Tom se enteró de que tiene novio.

—Vaya...—murmuró Bobby carraspeando.

—Hemos tratado de hablar con él pero no suelta prenda—explicó Bill en voz baja—Tom ha podido sonsacarle algo pero nada que nos diga el porqué de su actitud.

—Cuenta conmigo—dijo Bobby con firmeza—Puedo ayudar, hablar con él y...

—No, mejor que lo haga Tom—negó Bill con la cabeza—Es el que mejor le entiende por lo visto, ya que mis padres o yo solo estamos para reñirle.

Bobby le atrajo a sus brazos y nuevamente le besó brevemente en los labios, pero Bill le necesitaba y llevando las manos a su nuca le atrajo e hizo el beso más profundo, gimiendo sin poder evitarlo.

— ¡Qué bonito...!

Se separaron de golpe mirando al recién llegado. Jeremy les observaba desde la puerta con los brazos cruzados y tosco gesto en la cara.

—Pensaba que lo habíais dejado—dijo Jeremy.

—No, fue una pequeña discusión—explicó Bill— ¿Cómo lo supiste?

—No había más que verte la cara—contestó Jeremy—Parecía que se te había muerto alguien. Y en estos días no has mencionado a Bobby para nada, ni has recibido o hecho una llamada. Una lástima que se haya presentado precisamente ahora que íbamos a salir, tenía pensado presentarte a unos amigos con los que pudieras olvidar las penas y pasar un buen rato...

— ¿Es eso lo que tú haces con Eddie?—se le escapó a Bill sin querer.

Jeremy le fulminó con la mirada, haciendo que Bill se encogiera donde estaba.

—Lo que yo haga con Eddie no es asunto tuyo—siseó Jeremy.

— ¡Sí lo es!—gritó Bill sin querer—Y a tu edad no deberías....

— ¿Tengo que recordarte cuando perdiste tú tu virginidad?—preguntó Jeremy para su sorpresa—Porque creo que fue incluso antes. Así que...no eres nadie para aconsejarme.

Dio media vuelta antes de que Bill le dijera algo, pero la verdad es que le había pillado por sorpresa y se había quedado helado. ¿Cómo sabía Jeremy cuando fue su primera vez? ¿Se lo habría dicho Tom? Lo dudaba, era una conversación demasiado privada para que la hablara con su hijo.

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