Dᴇ́ᴄɪᴍᴏ sᴇxᴛᴏ: ➳ ❝ ᴘᴀᴛᴇʀɴɪᴅᴀᴅ ᴀ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴏ ❞

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Siempre he dado lo mejor de mí para hacer las cosas de la manera correcta. Siempre he sido el hombre mas cuidadoso y meticuloso en lo que respecta en lo académico, para así tener un futuro grandioso y prometedor.

Que cuando uno comete un mísero error, todo se vuelve caos.

—¿Qué quieres decir, Su?

Mi voz tembló al formular la pregunta. Pregunta que había salido de mis labios cuando por segunda vez me dio la temible noticia, no queriendo caer en la realidad de lo que ella me estaba diciendo.

—Yo... no sé como sucedió... desde la última vez que nos vimos yo no he tenido algo mas íntimo con alguien y...

—¿Qué mierda? — me agarré fuertemente la cabeza sintiendo como mi cuerpo comenzaba a debilitarse. Por la misma razón tuve que agacharme para no caer contra el duro asfalto.

Agradecía que no hubiera nadie en mi casa a estas horas de la tarde.

—Yo no sé que hacer, ¿qué se supone que haga con un bebé?

—¡¿Y que demonios se supone que haré yo?! — me quedé quieto cuando caí en cuenta de la brusquedad que estaba utilizando en mis palabras. Los ojos de Harisu estaban colmados de lágrimas y su cuerpo tenía leves temblores. Pasé mis manos por mi rostro con frustración, para después abrazarla fuerte, transmitiendo en ese gesto que yo no escaparía, no iría a ningún maldito lado. — lo siento, no quise hablarte de aquella manera, es solo que...

—Lo sé. No somos novios, no somos nada, hubo química sexual en esa fiesta y me arrepiento de haber perdido los estribos ante ti. — se secó sus lágrimas.

Harisu es una chica de la misma escuela que yo. Estábamos próximos a graduarnos y poder ingresar a la universidad, por la misma razón todos los cursos de nuestra promoción irían a una fiesta de celebración. Yo no tenía ánimos de ir, nunca he sido de los que les gusta el ruido. Prefería mil veces jugar algún videojuego y comer pizza en la tranquilidad de mi hogar.

Mingyu, mi mejor amigo, me convenció de ir. Solo sería un rato, compartir un rato y luego podía volver a casa sin el peso de haber sido un maldito por no compartir aunque sea un momento con las personas que estuve casi toda mi adolescencia.

El primer error fue beber. El trago fue muy fuerte para mi sistema y más con alguien que nunca consumía ese tipo de cosas. El segundo fue caer en los coqueteos de Harisu, que con alcohol en mi cuerpo fui incapaz de rechazarla. El tercer error fue escapar de ahí al día siguiente cuando desperté con ella a mi lado, como todo un cobarde en vez de haber sido lo suficiente maduro para preguntar si nos habíamos cuidado, porque no recordaba absolutamente nada.

Una fiesta a la que no tenía ganas de ir y ahora estoy pagando las consecuencias con creces por ser un irresponsable.

—Yo tampoco puse límites... — respiré profundamente sintiendo como el dolor de estómago volvía a estar presente, los nervios atacando desde lo mas profundo de mí. — Su, ¿estás completamente segura que es positivo?

—Me hice tres test, claro que es positivo. — respondió con su frente arrugada, buscando en su bolso lo que parecían ser los test. Cuando los encontró pude ver tres pares de rayas que hicieron que mi mundo nuevamente se viniera al suelo.

Esto debía ser una maldita pesadilla.

—Tengo diecinueve años, ¿qué haré con un hijo?

Y esa pregunta me descolocó por completo. En donde la cruda realidad me abofeataba con fuerza. Siempre creí hacer las cosas bien, siempre pensé que tenía todo en orden, tal como un día lo soñé. Pero esto definitivamente me hacía entrar en un colapso mental y de llorar sin importarme absolutamente nada.

One Shots >> J.JK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora