Estudiaba el horario de clases del chico meticulosamente cuando escucho una voz detrás de él.
– ¡Samu, amor!.
Doblo el papel rápidamente intentando no romperlo y lo guardo en el bolsillo de su pantalón antes de voltear para encontrarse a su novia parada frente a él, sonriendo. Su nombre era Lana, la chica más popular de toda la escuela y la que todo mundo deseaba. Era la típica niña rubia, bonita y arrogante, como las que salen en las películas. Y obviamente, ella y Samuel estaban casi obligados a ser novios. Llevaban saliendo más de un año y se les consideraba la mejor pareja de toda la escuela.
– ¿Qué haces parado alado de todo ese desastre? – Dijo Lana mientras sonreía dulcemente, su brazo alcanzó el de Samuel y los entrelazó – Bueno eso no importa, ya vámonos que se nos va a hacer tarde.
Samuel le regresó la sonrisa y permitió que lo guiara a su salón de clases. Sin que su novia lo notara, giró su cabeza para volver a enfrentarse con el desastre que era el casillero del chico, las manchas amarillas que adornaban los casilleros metálicos y el piso blanco ya comenzaban a secarse, tornándolas un poco anaranjadas. En su mente se posó la imagen del chico nuevo y sus ojos pidiéndole piedad haciendo que Samuel negará con la cabeza. ¿Por qué habría de importarle un estúpido chico nuevo? Él era Samuel de Luque, capitán del equipo de fútbol, el chico que todo mundo quería ser. ¡Tenía de novia a Lana, por el amor de dios! Él debía ser ese chico, ese chico al que todos admiraban... ese chico al que todos le temían. A nadie le daba miedo una buena persona y Samuel de Luque definitivamente no era una buena persona.
Llegaron al salón de clases y por suerte la única clase que compartía con su novia era la primera. Al sonar la campana, Lana lo tomó de la mano y lo llevo hasta la salida. – Te veré en el almuerzo amor. – Lana dijo, dándole un pequeño beso en la mejilla a su novio antes de salir por la puerta y desaparecer en el pasillo lleno de gente dirigiéndose a su próxima clase.
Samuel espero a que su novia desapareciera completamente de su vista para salir del salón, tomando la dirección opuesta a la que ella se dirigió al propósito, Samuel comenzó a sentir esa sensación extraña en su estómago de nuevo. La necesidad de vomitar, tirarse al suelo y hacerse bolita se hacían cada vez más fuertes. Era una sensación extraña, una sensación a la cual no le podía poner nombre porque no sabía de lo que se trataba. Sus ojos comenzaron a buscar a la única persona que sabía que le podía ayudar y casi hasta el final del pasillo lo encontró con su cabeza metida en un libro.
Samuel comenzó a caminar más rápido, las personas sin hacer algún tipo de contacto visual se abrían como mar cuando el pasaba cerca, dejándole el pasillo libre. Cuando llego a su destino le arrebató el libro al chico que tenía frente a él y lo tiro al suelo haciendo que se escuchará un fuerte golpe en todo el pasillo, éste levantó su mirada y cuando sus ojos por fin procesaron a la persona que tenía frente a él comenzó a temblar y sudar.
– David, – Hablo Samuel por encima de la muchedumbre, sonriendo casi maliciosamente – hablemos un poco, ¿vale?
Samuel le hizo una seña a David para que lo siguiera mientras abría la puerta del baño y entraba. Después de asegurarse de que el baño estaba completamente solo, dirigió su mirada hacia David parado frente a él, abrazando el libro que Samuel le había arrebatado como si su vida dependiera de ello.
– Asumo que estas consciente de que un nuevo estudiante entro este año – Dijo Samuel seguro de sí mismo, porque si alguien conocía a todas las personas de esa escuela era David Calvo. Su padre trabajaba en las oficinas de la escuela y esto le daba un poder que muchas personas no tenían.
David asintió levemente y abrió su boca para hablar pero Samuel levanto una mano, señalándole que se callara y David obedeció.
– ¿Qué sabes de él?
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Sideways - Wigetta
FanfictionGuillermo es el nuevo chico en la escuela, con su gran talento aspira a ser la próxima gran estrella de Broadway. Sin embargo, al ser el único chico homosexual en la escuela sufre de bullying por el chico más popular Samuel de Luque. Lo que éste no...