[Des] Amor

Pésimo horario

Se frotó los ojos con pereza para luego estirarse en su asiento, dirigió su mirada al reloj de mesa que tenia en su escritorio el cual marcaba las 05:10, suspiró pesadamente y sonrió débilmente al recordar que el causante de su estrés y trasnochar se había terminado, solo le costó dos noches y un día para terminar su trabajo final. Con orgullo en su pecho guardó el documento con un nombre especifico y le hizo una copia por si las dudas; al verificar que todo estaba bien apagó la computadora y se levantó de su asiento para desperezarse.

Con un paso lento se encaminó a la ventana donde abrió las cortinas amarillo pastel que colgaban dando lugar que la iluminación de las calles se colaran en su habitación, al ser principio de invierno, el sol tardaba de salir por las mañanas. Miró con aburrimiento a la calle y como las personas salían de los edificios ya listos para ir a trabajar, suspiró, otra vez, para luego dirigirse para el baño y ducharse con agua caliente, mientras pensaba en que si, con suerte, se encontrase un té en su alacena; hace días tenia el deber de hacer las compras del mes, pero entre el estudio y el trabajo no encontraba un tiempo para hacerlo, así que sobrevivió con lo que encontraba en la heladera.

Ya era año y medio que tenia esa rutina o "estilo de vida" que consistía en ir a trabajar de 08:30 a 12:50 en atención al cliente en un local de electrodomésticos, de 16:10 a 21:20 clases, sin contar las veces que se quedaba hasta mas tarde para terminar los trabajos con sus compañeros, después llegar a casa y estudiar hasta altas horas de la madrugada, y dormir unas cuantas horas o el hecho que a veces las clases comenzaban mas temprano o tenia que cubrir el turno de la tarde ; el ya se había adaptado a tener un horario de mierda para dormir y comer lo primero que veía, la mayoría de sus amigos estaban en contra del rumbo de su vida, pero que podía hacer, los materiales que pedían los profesores eran algo costosos , además de tener que costearse solo en la mayorías de las deudas que tenia. El tampoco se sentía orgulloso de su rutina, pero era lo que tenia, al menos dormía y comía algo solido, no como Almicar que se la pasaba a mates, ni como Conter que se la pasaba a café y bebidas energizantes.

Cuando abrió la puerta del baño pudo ver como se formaban las nubes de vapor por el choque de temperatura, se fue a su habitación y se cambió, para luego comenzar a ordenar un poco su habitación, era el único lugar de la casa que siempre se encontraba desordenado, cuando terminó de limpiar se fijó la hora en su celular, el reloj marcaba las 5:57; si no salía ya corría el riesgo de llegar tarde y posiblemente ser despedido; dejó de hacer lo que hacia para tomar su mochila y meter su celular y notebook y los cardadores de estos, era las únicas cosas que saca de su mochila, los apuntes, fotocopias y lápices siempre quedaban dentro, al igual que una campera y una botella con agua que no sabia desde cuando estaba ahí. Cuando tenía todo listo vio una vez más la ventana, viendo como como comenzaba a aclarase el cielo.

Salió del departamento, cerrando con llave la puerta, debatiendo si iba a tomar el ascensor o ir por las escaleras, era cierto que andaba descuidado con la comida y por lo tanto había ganado un poco de peso, además de que prácticamente se la pasaba sentado todo el día, con ese pensamiento en mente se dirigió a las escaleras y comenzó a bajar, tal vez comenzaría a caminar de vez en cuando. Ya estaba llegando al final de las escaleras, no le había costado mucho como el creía; con la cabeza inundada en sus pensamientos y sus movimientos automáticos no se dio cuenta que alguien estaba a su frente haciendo que se chocasen entre sí.

-Uh, perdona, no te vi- se disculpó de manera rápida y la cabeza gacha.

-Perdona , yo tampoco te vi, oh, Franco- al escuchar su nombre alzó su mirada para encontrase con su vecino- Buenos días- Sonrío Ricardo. Ricardo Machado o como todos en el edificio lo conocen, el joven español o el gallego para los viejos de la lotería ; español, 28 años, estúpidamente alto y hermoso, de piel canela y ojos completamente negros, trabajo desconocido, soltero y (según los rumores) homosexual, si lo veías de lejos era el chico ideal para cualquiera, lo tenia todo, atento, amable, extremadamente hermoso y con un encantador acento español que hacia temblar a cualquiera, incluyendo a el.