Cap 52

43 0 0
                                        

Kylie...

Me hice una rutina, no había más que hacer, así que me levantaba, desayunaba, y hacía un poco de ejercicio en el gimnasio de la casa, después me duchaba, leía un poco, libros de una linda biblioteca que tenía esta casa, daba un pequeño paseo por el gran jardín con cuatro guardaespaldas a diez pasos de mi, mientras caminaba me dedicaba a contar los franco tiradores, aveces habían quince y aveces más, después comía postres, me iba a nadar un poco para después escuchar un poco de música y finalmente dormir.

Esa rutina una y otra vez.

Llevo así una semana y media No hay más que hacer.

Esta mañana ni levantarme quiero, pero debo hacerlo. Si no... debo escuchar lo que hablan los guardias cada día, así sabré que está pasando en el mundo.

Hubo un atentado, al parecer en un concierto lo que no se es ¿porqué?

Me levante y baje a desayunar como siempre.

— Señora — rodee los ojos

— No me digas así.

— Hoy vendrá el doctor a revisarla.

Fruncí el ceño.

— ¿Para qué?

— Por su accidente, vendrá a ver heridas. Y que esté todo en orden.

Sin más se retiró. Este esta peor que Bruno. El de Brasil.

Desayune y fue cuestión de dos horas para que el doctor llegara.

Estábamos en la sala.

— Bien,¿Alguna molestia? ¿dolor últimamente?

— Migrañas aveces— dije viendo como checaba mis latidos.

Me preocupe cuando frunció el ceño.

—¿Qué?

— ¿Perdida de memoria?— negué — ¿Fatiga?

— a veces en la mañana.

— Cicatrices muy bien cerradas — dijo checando mi frente y mi brazo — Siga la luz por favor.

Una pequeña linterna se puso en mi vista, parpadeé algunas veces y después seguí la luz.

— jum...— me estoy asustando.

— Doctor... ¿Tengo algo? Su reacción no me gusta.

Sonrió de lado.

— ¿Dígame cuando fue la última vez que tuvo sexo?

Alce la ceja —¿Y eso porque?

— Señorita usted está embarazada

Me quiero morir.

—¡¿Qué?! — me levante — ¡Es imposible! Yo...

Mierda. Hace semana y media que tyler se fue. Trague grueso. No nos cuidamos,

— Mi mestruacion llegará en la próxima semana. — Asegure.

Asintió — que esto quede entre nosostros —guiñó un ojo, mire le dejare esto — eran dos pruebas de embarazo— puede confirmarlo si gusta, o puede esperar a su siguiente sangrado pero le aseguro que ese sangrado no llegará porque está embarazada.

Las lágrimas se asoman

— ¿Que le hace pensar que lo estoy?

— ojos brillosos, tiene fatiga, el mayordomo me informó que come poco, aveces se queda dormida, ha bajado de peso. Y cuando escuché sus latidos... eran dos corazones.

NADA SERÁ IGUAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora