Cap 49

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Soy tuyo

Kylie....

No sé de él, no sé si eso es bueno o malo, había querido que se fuera y se alejara de mi, pero ahora que me encuentro sola ya no estoy tan segura de eso, Es un pecado decir que lo extraño... pero es la verdad.

¿Por qué no me muero? Estaría mejor muerta, vivir con el dolor de amar a alguien tan profundamente e incondicionalmente ante todo. Esto no lo soportaré por mucho, si me hubiera muerto cuando ese maldito mafioso quería, las cosas serían diferente y no sería una odisea como lo es ahora.

Tal vez debería matarme, acabar con esta mierda de una vez.

Camine al baño y llene la tina, lo haré aquí, se que debería seguir pero no puedo, si me muero sé que mi mamá lo sabrá y aunque le duela sé que por Layla será fuerte y continuará con su vida, tyler tal vez siga en su mierda pero al menos yo estaré en paz, al carajo.

No es la primera vez que lo intento.

Ya con la tina llena ahora solo necesito... algo con que hacerlo.

Rápido note el espejo. Es perfecto.

Estar aquí es estar muerta en vida. Mejor muerta por completo.

Cerré la puerta con seguro.

Nadie me detendrá de hacer esto.

Tome el shampoo y con todas mis fuerzas lo lancé hacia el espejo, este se partió, todos los trozos cayeron al piso, tome un trozo grande y sentí ardor inmediato en mi mano.

Solo tengo que meterme en la bañera y hacer un gran corte en mi brazo.

Un gran estruendo se escucha a mi lado, están pateando la puerta. Mierda.

La puerta se abrió de golpe y un chico apareció, llevaba ropa de camuflaje.

— Detente.

Fue entonces que vi sus ojos, ya lo había visto antes.

¿Donde?

— Suelta el vidrio

Negué

—¡Suéltalo!

Di un brinco y lo solté por inercia.

— Acércate, tengo que curarte.

— No te me acerques.

— Es por tu bien. Tengo ordenes de cuidarte y eso haré.

Estoy tan confundida ahora.

De pronto me pongo tensa al escuchar ruidos por todas partes.

Sus ojos de él se abrieron como platos, y se acercó a mi.

Tomo mi mano y me puso detrás de él.

—¿Son disparos?— pregunte temblando

— Si.

— ¡Nos atacan! — la radio de él sonó — ¡Ya rompieron el segundo anillo de seguridad, van a llegar a la isla!

— ¡Quiero a todos armados y listos para disparar! ¡Franco tiradores tiren a matar!

—¿Que está pasando?— pregunte con un hilo de voz

— Entró gente a la isla, te quieren a ti.

Gemí del terror

— ¡Es él verdad!

— Si, es quien la secuestro. Pero ahora viene directo a matarla, no dejare que nada le pase, yo te protegeré.

Vi sinceridad en sus ojos.

NADA SERÁ IGUAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora